Alexia Calloway, la hija de la gran estrella Clay Calloway, lleva viviendo dos meses en el piso de arriba de Ash, su mejor amiga, ya que se fue de su casa cuando su padre le prohibió hacer lo que más le gustaba: cantar.
Pero ve su oportunidad en el...
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En una casa colorida, una cerdita llamada Rosita preparaba el desayuno para sus 25 lechones mientras su marido se despedía para irse al trabajo.
Rosita terminó de hacer el desayuno y lo sirvió en la mesa.
Después de comer, recogió la mesa y les dió su respectiva mochila a cada uno de sus hijos mientras estos salían por la puerta.
Cuando todos se fueron, dejó salir un suspiro. No es que no amara a sus hijos, pero a veces deseaba hacer otra cosa.
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En un local cercano, dos puercoespines cantaban rock a toda caña. Sus guitarras eléctricas sonaban muy fuerte, debido a los grandes altavoces que estaban usando. Eran un chico y una chica que resultaba que eran pareja. No tendrían más de 19 años. La chica de nombre Ash cantaba con pasión hasta que el encargado del local, un oso polar, les apagó el altavoz y los echó, ya que no le gustaba la música que ellos tocaban. Salieron algo frustrados y el chico, que se hacía llamar Lance, retó a su novia por cantar cuando no tocaba.
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Mientras, en un callejón no muy lejos de aquel local, un joven gorila cantaba una canción mientras esperaba a su padre y sus colegas.
Estaba tan concentrado cantando, que no se dió cuenta de que su padre le hablaba por el walkie talkie.
Cuando se dió cuenta, se escondió ya que unos policías rinocerontes pasaron por al lado. Uno de ellos se asomó, creyendo que había oído a alguien cantar, pero, al no ver a nadie, no le dió importancia y siguió su camino.
Su padre habló por el aparato, avisándole al gorila llamado Johnny, que iban a salir de allí.
Johnny trató de avisarle de que había un policía, pero ya era tarde.
El padre de Johnny y dos gorilas más saltaron por la ventana, haciendo sonar la alarma del banco que estaban robando. Sí, robando.
El padre de Johnny era un ladrón. Salieron con dos sacos de dinero y los policías volvieron al caklejón al escuchar la alarma.
Empezaron a perseguir a los gorilas, y, el padre de Johnny, le dirigió una mala mirada debajo de la máscara de conejito que llevaban todos excepto el adolescente y salió corriendo.
Johnny, el cuál no había sido visto por los policías, salió corriendo mientras perseguía la camioneta de su padre, que estaba en marcha.
Su padre lo agarró y lo subió a la cama de la camioneta.
Lo retó por no avisar y por no llevar la máscara, la cual Johnny sacó de su bolsillo y la posicionó en su cara lo más rápido posible.
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No muy lejos, un pequeño ratón blanco tocaba el saxofón en las escaleras de un edificio.
Su sombrero estaba tirado en el piso, esperando recibir algo de dinero. Un mono que pasaba por ahí lanzó un céntimo al sombrero del ratón y este dejó el saxofón para replicarle al mono la poca cantidad de dinero depositado.
El mono le dijo que no tenía más y el ratón de nombre Mike le ordenó que vaciara sus bolsillos. En eso, cayó una faja de dinero y el ratón acusó al pobre primate de mentiroso antes de volver a tocar su música.
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Por otro lado, en el piso arriba del de Ash y Lance, una leona llamada Alexa cerraba el portátil tras haber enviado su currículum a un productor musical.
Acababa de dimitir en el bar en el que trabajaba porque el encargado era un idiota absoluto y no la trataba correctamente.
Suspiró al ver las llamadas perdidas de su padre en el teléfono y se frotó los ojos, recostándose hacia atrás.
¿Cuándo llegaría su gran oportunidad?
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Bueno, este es el primer capítulo de la Hija de Calloway. Espero que lo disfruten. El viernes sacaré otro.
