Capítulo V.

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Los testigos no tardan en llamar a la policía y se acercan a Armando, que esta ensangrentado y atrapado en su auto, con el cinturón de seguridad puesto y para su fortuna las bolsas de aíre delanteras se activaron y amortiguaron su cabeza y tronco, afortunadamente el golpe fue del lado opuesto al del conductor. No tarda en llegar la ambulancia con los paramédicos, la policía vial y los bomberos que son quienes lo sacan del auto para de inmediato ser conducido al hospital donde es atendido de urgencia, las enfermeras después de cortar su ropa, para dejar visibles sus lesiones, le revisan sus bolsillos y sacan su cartera y encuentran su identificación y un recibo de electricidad del domicilio de don Hermes que él mismo había mandado pagar esa mañana, así que se dirige una patrulla al domicilio de su identificación llegan al edificio de Armando y el vigilante les dice que tiene meses que no vive ahí, que fue hace unos días, pero no ha regresado. Así que se dirigen al domicilio del recibo de energía, timbran y sale Nicolás muy sorprendido al ver frente a la puerta la presencia de dos policías.

< Disculpe aquí vive Hermes Pinzón Galarza> -pregunta el policía-

< si oficial, pasa algo>... justo sale don Hermes.

< yo soy Hermes Pinzón. ¿Qué pasa?>

<sucede que ha ocurrido un accidente y la víctima llevaba entre sus pertenencias un recibo de energía, y en está muy mal herido en el hospital central> -les explica el policía-

< ¿QUE? ¿cómo así?... don Hermes, -dice Nicolás- Armando mandó a la secretaria a pagar ese recibo en la mañana, seguro lo traía para entregárselo.

< es un carro Toyota célica azul marino, deportivo, quedó destrozado el auto, un camión se pasó el semáforo y le pego del lado del copiloto ¿el conductor es su familiar?>

< -muy angustiado don Hermes- es nuestro jefe y novio de mi hija, ¿cómo está él?>

< lo mejor será que vayan al hospital, ahí les darán los detalles> -dijo el oficial- Don Hermes y Nicolas se pusieron muy nerviosos, así que de inmediato llama a doña Julia a gritos muy nervioso don Hermes-

< ¡¡JULIA, JULIA!!.... -

< ¿Por qué grita Hermes?

< Julia, Armando está en el hospital, tuvo un accidente, nos vamos Nicolás y yo a verlo, este pendiente del teléfono por si llaman>

<¿cómo así mijo pero cómo está? -dice asustada-

< doña Julia la policía dijo que... su auto quedó destozado, ya salimos para allá al hospital central, avísele a mi mamá por favor> -dijo Nicolás-

Nicolás conduce muy nervioso lo más rápido que el tráfico lo permite, él ya le tenía un gran aprecio a Armando, y le parecía injusta Betty al no darle una oportunidad de escucharlo y solucionar su situación, quizás tenía arreglo y solo era un malentendido, pero con su cerrazón no podía. Llegan al hospital al área de urgencias y preguntan en recepción pero les dicen que aún no saben nada que el doctor saldrá a informarles, después de varias horas sale el doctor.

Dr: ¡¡familiares de Armando Mendoza!! -de inmediato don Hermes y Nicolas se acercan- el paciente presenta contusiones en varias partes del cuerpo, y fractura en un brazo, con cortes en varias partes del cuerpo con los cristales que le produjeron un sangrado en esa área, entre ellos la cabeza que le fue suturada, y el cuello con un esguince, pero afortunadamente nada que ponga en peligro su vida, no hay hemorragias internas, ni otra clase de daños en partes vitales, gracias a la bolsa de aire que se activó y el cinturón de seguridad si no, tendríamos otro panorama, aunque sus latidos son un poco lentos, lo estamos monitoreando.

Don Hermes le ha tomado mucho aprecio a Armando, lo mismo que Nicolás, y sienten alivio que dentro de todo está bien, sin peligro de muerte.

<gracias doctor entonces ¿no hay nada de qué preocuparse? ¿Se recuperará?>

CONFUSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora