CONFUSIÓN

Capítulo X.

Armando te contaré lo que yo pasé pero... no se compara con lo que tu viviste y que aunque me digas que no, en parte yo... fui culpable de lo que padeciste al reaccionar indebidamente contigo.

Bueno como sabes casi no llamaba a mis padres, Cata me dijo que trabajabas ahí con mi papá y Nicolás, que preguntabas por mí, yo no quería saber nada de ti, les pedía a todos cuando intentaban contarme de ti, que no lo hicieran, sentía tanto enojo que prefería no llamar, porque cuando colgaba me sentía mal, sentía mis latidos del corazón muy acelerados y sentí miedo que le hiciera daño a mi hijo en mi vientre, regresé a Bogotá cuando tenía casi ocho meses de embarazo, Cata me consiguió el apartamento amueblado, seguí trabajando en la misma empresa cafetalera en las oficinas, de inmediato comencé a atenderme con una doctora que Cata me recomendó, el día que era la fecha de nuestra boda fue terrible para mí, lloré tanto, Cata lo sabía, y ella y Michel me acompañaron todo el día, fuimos de compras para mi hijo, porque no tenía nada preparado, suponía lo feliz que estaría ese día al casarnos, que esa noche, sería nuestra primera noche como esposos, y no podía dejar de llorar, aunque ellos me ayudaron era imposible no pensar en eso, antes de que supongas cosas, porque te veo la expresión de tu cara, Michel jamás volvió a tratarme más que como a una amiga, no me volvió a insistir en que trabajará en Cartagena, respetó que yo te amaba a ti, bueno... así pasaron los días y llegó el día del parto, esa mañana yo me sentía muy inquieta, y casualmente llegó Cata por segunda vez ese día, cosa que me pareció extraña, le dije que me dolía la cintura, pero que sentía algo en mi pecho, así que nos fuimos al hospital yo ignoraba que en ese momento tu habías tenido ese accidente automovilístico y Cata me fue a avisar, pero al verme y saber que me sentía mal prefirió ocultármelo, me hicieron la cesárea y fue maravilloso para mí escuchar su llanto por primera vez, ahí le agradecía a Dios por esa bendición, y también a ti te di las gracias por hacerme madre de un ser tan bello que me llegó a alegrar la vida, y que ame desde la primera vez que lo sentí moverse en mi vientre.

Así pasaron los cuarenta días y ya tenía que regresar al trabajo, me costó mucho trabajo decidirme a ir a la casa, pero pensé que mis padres debían saber que eran abuelos, así que me armé de valor, y me fui, cuando estaba afuera no me atrevía a tocar la puerta, sentía muchos nervios, y luego pasó todo lo que recuerdas, desearía regresar el tiempo para hacer las cosas de otra manera, para dejarte hablar, para no reaccionar como lo hice y nos habríamos evitado todo lo que ocurrió después.

<<<Betty por favor déjame abrazarte, necesito abrazarte>>> –se dieron un abrazo fuerte que ni el aíre pasaba entre los dos, se sintió tan reconfortante que duraron un buen rato así abrazados en silencio.

<<te amo Armando, perdóname>>

<<< yo a ti mi amor, te amo como no imaginaba podría hacerlo pero ahora cuéntame cuando nació mi hijo quiero saberlo>>>

<< bueno cuando salí estuve en mi apartamento, Cata me regaló la cuna, yo ya tenía listo todo para mi niño, la bañera, pañales, leche de fórmula, jabón, cremas, todo, con la ayuda de Cata, fue muy difícil para mí, porque estaba sola, y Cata tenía que trabajar, me ayudó mucho una enfermera que ella me consiguió, mi príncipe lloraba mucho por las noches, yo dormía muy poco, y así pasaron los días, se le cayó el ombligo, y tocaba llevarlo a revisión así que fui con la enfermera ella lo cargaba porque yo estaba recién operada, y me dijo el pediatra que le había cicatrizado muy bien, que estaba muy sano, y me quedé muy tranquila, así que regresé tranquila, y el empezó a dormir mejor por las noches, como fueron pasando los días se acercaba mi regreso a trabajar, y me angustiaba mucho dejarlo en la guardería pero no tenía otra opción, así que busqué una y lo inscribí, y un día antes de regresar a trabajar fue ese día que nos encontramos en la casa, y pasó eso tan desagradable.