~CAPÍTULO 16~

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Al despertar, sin saber qué hora era, ni dónde estaba, ni quién era en ese momento, solo pude decir una cosa.

-Mieeerdaaa, - me lamenté, - ¿dónde...? ¿Dónde demonios estoy? - Dije confusa tocándome la cabeza del dolor que tenía, mirando a mi alrededor y aquél hombre al lado mío en la cama.

Estaba desorientada y tenía una resaca... Bueno, creo que seguía algo borracha. ¿Cuánto bebí anoche? Miré mejor a aquél chico que dormía plácidamente.

-Oh, oh, - pensé. ¿Qué hacía yo en la cama de Harry? ¿Hemos...? No, lo dudo, me habría acordado, además, siendo él no lo haría. Quería mirar la hora pero el móvil estaba en el otro lado de la cama, en la mesita, así que tuve que ponerme casi encima de él para alcanzarlo.

-Hmmm, - murmuró. Yo me paré en seco deseando que no se despertara. Pasaron unos segundos y tuve suerte, cogí rápidamente el móvil y me volví a tumbar. Eran las cinco de la tarde.

-¡Madre mía! - Medio grité.

-¿Qué? ¿Qué? ¿Qué pasa? - Se despertó Harry.

-No... Nada... Esto... Que son las...

-¿Buenos días?

-Eso digo yo, ¿qué hago aquí? Son las cinco de la tarde.

-¡La Virgen! - Exclamó Harry, - bueno, pero, ni que fuera lo peor del mundo levantarte en mi cama, ¿no? Ibas que ni podías caminar sola, estuve todo el camino llevándote del brazo, te caías todo el rato, pensé que lo más sensato sería traerte aquí, no sé...

-No, no, es igual, tranquilo, gracias...

-De nada, puedes hacer lo que quieras.

-Ya que estoy me quedo.

-Vale.

Tardó unos segundos en volver a decir algo. Se lo estaría pensando.

-¿Te quieres quedar a comer? Bueno, merendar, bueno... Lo que sea, - rió.

-Vale, - me limité a decir, - qué pasó anoche, no recuerdo mucho, me duele mucho la cabeza...

-Ayer todos te avisamos y tú no hiciste caso a nadie.

-¿Me estás echando la bronca?

-Para nada, Dahlia, pero ahora no te quejes.

-Bueno, está bien. ¿Y mi hermana?

-Con George.

-Ah, si, claro, qué tonta...

-Pediré comida, no me apetece hacer nada un sábado.

-Estoy de acuerdo, ¿qué vas a pedir?

-Pues no sé... ¿Sushi?

-¿Sushi? ¿Te apetece sushi?

-Pues... Si, es algo rápido y ligero.

-Venga va. ¿Despertamos al resto?

-No, déjalos.

-Vale. Por cierto...

-Dime.

-¿Me puedo duchar?

-Si, claro, ya sabes dónde está el baño, si quieres algo de ropa dímelo.

-Va... Vale... Gracias.

-De nada. Qué no te dé vergüenza pedir nada.

-A sus órdenes.

Abrí el armario y cogí un pantalón de pijama suyo y una camiseta color salmón, me prestó ropa interior y fui al baño.
Ya en la ducha me quedé un rato pensativa. Me acordé de que anoche intentó hablar conmigo, yo también quería realmente hablar con él, pero no, esa noche no. También me acordé de que comentó algo de una persona con la que había hablado para solucionar su problema con Jack... Bueno, no era momento de rayarse ahora.

NI EN UN MILLÓN DE SUEÑOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora