~CAPÍTULO 14~

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Esta mañana, como siempre, el sonido de la alarma me despertó.

Ya había pasado una semana desde que fuimos a buscar a Amelia y a George a la comisaría y solo había visto a Harry por los pasillos. Era el primer trimestre y quería arrancar bien, habían hecho dos fiestas más, pero no me apetecía ir a ninguna.

A Amelia solo la veía a veces en casa, comía y se volvía a ir. Apenas intercambiamos palabras.

En esta semana no había ocurrido nada nuevo ni interesante, al menos en mi vida. Lo de siempre: me levanto, desayuno, bueno, a veces ni desayunaba; iba a clase, me sentaba en el bar con Lucía, Coral Álvaro y Tomas. Harry y George solo vinieron dos días de esa semana, los otros días vi cómo se iban a otro bar o se iban a sentar en algún banco, a veces Álvaro iba con ellos, pero ya no era lo mismo.

-¿Nos vas a contar ya qué ha ocurrido con los ingleses? - Preguntó Coral.

Yo dudé un momento pero al final expliqué.

-Así que, la chica de pelo azul, que se hacía llamar Patricia y que Amelia conoció en la fiesta de Rodri, en realidad es la ex de Harry y fue quien drogó a mi hermano y demás, y tuvieron una mini pelea y tuvisteis que ir a buscar a comisaría a tu hermana y a George...

-Si...

-Y... ¿Por qué? ¿Por qué a ellos? ¿Hay algo más? ¿Algún motivo?

-Así es.

-¿Y es difícil de contar, no? - Preguntó Tomas.

-Afirmativo. De todas formas, ni yo lo sé. Solo sé que Amelia pasa más tiempo con ellos que en casa, y me preocupa.

-Quizá no es para tanto, si ella está bien...

-No, Lucía, no, si que es para tanto, hay algo que tienen que arreglar y eso causa problemas, a ellos y a quienes les rodean.

-Pero a ti te gusta Harry, ¿no? - Quiso saber Lu.

-Sí, así es... Pero... Total, solo hemos pasado unos días juntos...

-¡Qué más da el tiempo!

-¡Tomas!

-Yo he conocido a una chica en las fiestas y parece que llevemos dos años.

-Ya, pero...

-Nada de peros, habla con él.

-No quiero.

-Eres muy orgullosa.

-Es lo mejor que puedo ser ahora mismo, y ahora me voy, que ya es la hora y tengo historia, y encima tengo que recuperar un trabajo, ¡y todo por las fiestas!

-Jo tía... Voy contigo.

-Gracias Lucía.

-Yo creo que si es lo que sientes, haces bien, pero... - Dijo mientras me acompañaba dentro del instituto, - también creo que hablar una vez más no hará daño a nadie.

-Me lo pensaré.

-Bueno, chica, te dejo que yo tengo latín.

-Uf... ¿Con Eugenia?

-Si...

-¡Suerte amiga!

-¡Igualmente! Y todo se solucionará, ya verás.

-En ese tiempo ya no sabré nada de ellos.

-Bueno, eso nadie lo sabe, chao.

-Chao, - y se alejó a la clase de latín.

Yo me dirigí a mi taquilla para coger los libros de las tres siguientes horas, así no tenía que volver.

Al girarme para ir a mi clase vi una silueta conocida, me hizo un gesto con la cabeza como forma de saludo, a lo que se lo devolví con la mano que tenía libre.

NI EN UN MILLÓN DE SUEÑOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora