🍂. 🇰🇷.🥊. ━━━━ HEAD FIRST
❛ you got me hypnotized,
mesmerized ❜
Hoon ni siquiera estaba en el
amor, pero Yuta era todo eso
que en su vida nunca pensó
...
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Seok Sung-Hoon era la clase de chico que no pensaba en sus sentimientos ningún segundo durante el día, porque, bueno, no tenía tiempo que perder en eso. Yuta le había demostrado que no era tiempo perdido si se trataba de él. Sin embargo, poco importaba eso ahora. Habían peleado y aún si ya habían pasado varios días, ninguno dió el paso de escribir el primer mensaje. Por diferentes razones cada uno, claro está. Yuta porque se sentía avergonzado y un poco idiota por lo que había dicho. Sung-Hoon porque había estado haciendo bien el trabajo de ignorar a su vocesita de la razón, Suguru Geto.
Hoon se había centrado completamente en sus entrenamientos, descargando toda su rabia ahí. Ignoraba a cualquiera que preguntará al respecto, por Yuta o la situación. No tomaba el celular a menos que fuera totalmente necesario y hace tiempo que había dejado de contestar mensajes, a menos que fueran de Satoru, quien era demasiado intenso como para dejarlo en enviado. Ni siquiera había revisado si Yuta había enviado algún mensaje, no era lo suficientemente fuerte para eso.
Se estaba comportando como el príncipe de hielo. Solo podías ver la rabia que desprendía, el resto estaba bien cubierto bajo la coraza que había creado de buena manera. Sus golpes también se habían vuelto más fuertes, más violentos. No podía evitarlo, pues no encontraba otra forma de descargar todo eso que sentía y que no enfrentaba.
De vez en cuando pensaba en Yuta, en los ratos que tenía libre, cuando no tenía nada que hacer o cuando se acostaba listo para dormir. Se preguntaba que estaba haciendo, si estaba bien, si lo estaría pensado o que tan molesto estaba. Esa se había vuelto su rutina, y algunas veces, como si hubieran terminado, miraba las fotos con cierta nostalgia y añoranza.
A su mente, también, llegaban pensamientos inútiles. ¿Que podría haber hecho mejor?, ¿Hubiera estado mejor no decir que para él estaba bien que el mundo se enterará y solo escuchar a Yuta?, tal vez eso hubiera estado mejor. No habrían terminado en una discusión, eso era obvio, pero no se veía mintiéndole a Yuta.
Su teléfono sonó, por lo que dejó de golpear el saco como si quisiera romperlo. Estaba perdido en sus pensamientos, no se había dado cuenta de la fuerza que estaba aplicando para golpear.
Tomo el celular. Era una videollamada de las personas que habían sido como sus padres cuando vivió en Japón. Quitó la mirada del objeto, dudando en contestar. No quería hablar con Suguru, por lo menos no todavía.
Contesto, conocía a Satoru como para saber qué lo llamaría hasta que contestará. No se había dado cuenta que era una videollamada hasta ese momento.
— ¿Me van a regañar, mamá y papá?
Acomodo su celular, para seguir con su entrenamiento y que lo vieran sin problemas. Entrenar para no pensar, eso hacía.
Satoru no pudo evitar reír —. Depende, ¿Quien es mamá?
Sung-Hoon dio un golpe contra el saco, sintiéndose menos tenso al ver que no empezaban, aún, con la razón por la que lo habían llamado —. Pues no creo que tú tengas corazón de madre.