HEAD FIRST ━━━━ Yuta Okkotsu. ✓

oiii. ━━━━ a surprise is coming.

Sung-Hoon era alguien que odiaba las sorpresas, lo había dicho muchas veces a lo largo de su vida. Y, en realidad, era por ciertas malas experiencias cuando era un niño. Su madre no era una mala mujer, no, pero no estaba hecha para ser una madre, a diferencia de su padre. Lo que lo había llevado a vivir ciertas experiencias que a sus veinticinco años aún lo marcaban.

Sin embargo, dejando de lado el hecho de que no le gustaban ninguna clase de sorpresas, había decidido darle una a Yuta. Por eso mismo se había embarcado en un vuelo hacia Tokio esa mañana de sábado. No había hablado con nadie al respecto, ignorando a propósito los mensajes y llamadas. Ni siquiera se los dijo a sus padres, puesto que sabía que al primer lugar que llamaría Yuta después de no saber nada de él sería a sus padres. Su madre no era buena guardando secretos y su padre terminaría por decírselo a Yuta al escuchar lo preocupado que estaba.

Si iba a ser una buena sorpresa lo mejor es que solo Hoon supiera lo que estaba haciendo. Así que era mejor si parecía que la tierra se lo había tragado. Aunque se estaba arrepintiendo levemente de no haberle dicho a nadie sobre su vista.

Se estiró levemente, mientras que soltaba un bostezo. Se subió la mascara y se colocó la gorra que previamente había amarrado a su mochila. No llevaba demasiadas cosas, por lo que decidió solo usar su mochila. No se iba a quedar demasiado igual, el domingo en la noche estaría de regreso en Corea del Sur.

Se subió a un taxi, dándole como destino la dirección del estudio donde Yuta practicaba. Estaba casi completamente seguro de que estaba ahí y sino terminaría en la cafetería de Satoru o en el apartamento de Yuta. No tenía mucho problema con eso.

El viaje en taxi no fue muy largo, pero si lo hizo sentir el cansancio del viaje. Tenía algo de sueño, lo podía sentir por como sus párpados pesaban cada vez más.

Dejó escapar un suspiro fuerte cuando se bajó del auto, acomodándose una de las tiras de su mochila en sus hombros. Entro al estudio sin pensarlo dos veces. Divisó a la chica de recepción, que ya lo había visto un par de veces antes por ahí, y le hizo una seña, colando su dedo índice derecho sobre su máscara, justo donde estaba su boca, para que hiciera silencio. La mujer asintió, entendiéndolo perfectamente, y le dedicó una sonrisa, a modo de decirle que podía pasar.

Hoon no necesito más. Dirigió sus pasos hasta el salón de baile. Era el mismo que Yuta siempre solía usar. La chica en recepción no le dijo nada, así que supuso que estaba ahí.

Se bajo la máscara con sus dedos índice y corazón izquierdos, dejándola debajo de su mandíbula. Ya no había demasiado peligro en que lo reconocieran, así que estaba bien. Nadie sabía que estaba ahí, por lo que estaba bien. Todos esperaban que estuviera en Seul, siguiendo su riguroso entrenamiento.

A sus oídos llegó el sonido de una pista que no conocía, lo que lo hizo suponer que dentro de poco Yuta tendría una presentación. Podía reconocer las pistas que Yuta ya había bailado y estaba seguro que esa no era una de esas.