🍂. 🇰🇷.🥊. ━━━━ HEAD FIRST
❛ you got me hypnotized,
mesmerized ❜
Hoon ni siquiera estaba en el
amor, pero Yuta era todo eso
que en su vida nunca pensó
...
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Yuta en realidad nunca había ido a ver en persona una pelea de boxeo, tampoco se había sentado a ver una cuando la pasaban en algún canal de deportes o a escucharla en la radio, pero tenía algunas nociones de lo que iba. No es que le molestará la excesiva violencia en él, entendía perfectamente que de eso iba el deporte en si. Pero, en verdad, tampoco es que alguna vez le hubiera prestado atención. Sabía que existía, claro, como cualquier persona, pero no tenía demasiada idea de él.
Y aún así, había aceptado acompañar a Maki y Toge al segundo enfrentamiento del torneo internacional de boxeo que tenía sede en Japón ese año. Había aceptado porque, bueno, Maki estaba bastante emocionada y necesitaba descansar un poco de sus practicas de ballet. Además, sus amigos habían dicho que no aceptarían un no por respuesta, puesto que ya habían comprado las entradas y, sobre todo, Yuta necesitaba un breve cambio de aires. Aunque, de todas maneras, nunca les hubiera dicho que no.
Tuvo que pedirle permiso a su jefe, Satoru, para poder ausentarse un tiempo de su turno de trabajo en la cafetería y empezar a trabajar un poco más tarde. Su pedido fue aceptado sin problemas, aunque se sorprendió al saber que la cafetería se abriría más tarde ese día, dado que Satoru también quería observar el encuentro.
Tampoco es que entendiera del todo lo que sus amigos estaban conversando cuando estaban en busca de sus asientos. Lo único que había logrado captar claramente era que uno de los boxeadores venía de Corea del Sur y era uno de los favoritos para ganar el torneo. No es que tuviera idea de quién estaba hablando, pero por la forma en la que Maki hablaba de él, parecía ser un hombre digno de ver.
— ¡Señoras y señores, en el segundo combate y por quién muchos estaban esperando ver! — las luces del lugar se apagaron, llamando la atención de todos en el lugar. Yuta no sabía a dónde mirar, así que espero pacientemente —. ¡El príncipe del hielo, Seok Sung-Hoon!
Dos reflectores se encendieron, apuntando a la salida del lado izquierdo, la más lejana a donde Yuta, Maki y Toge estaban sentados. La bulla y los gritos hicieron rápidamente acto de presencia en el lugar, haciendo que Yuta tenga que cerrar los ojos por un momento. Yuta no recuerda que ninguna de sus presentaciones haya tenido tanta euforia como ese momento. O tal vez si, pero nunca había estado de ese lado del escenario.
Abrió sus ojos, no porque el bullicio se hubiera acabado, sino porque ya se había acostumbrado a él.
Un boxeador salió de la entrada, seguido de su séquito no muy atrás. Los ojos de Okkotsu se clavaron en él. Sus cabellos eran negros, acomodados en un corte que le favorecía completamente, estaba tatuado, su piel era blanca, pero no era pálido, su cuerpo era atlético, muy atlético, y tenía una mueca sería en su bello rostro. Okkotsu mentalmente acordó con lo que Zen'in había dicho respecto a él.
Luego de eso, el encuentro no duró demasiado, había entendido perfectamente porque era uno de los favoritos para ganar el torneo. Habían sido solamente dos rounds y a la mitad del segundo, el sur coreano noqueó a su oponente. Ganó sin demasiadas dificultades. Y en ningún momento Yuta despegó sus ojos de su silueta.
