memories 𖦹 newt

𝟎𝟏 ━━━ 𝓬ruel

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✩ˑ ━━ ❛ 𝓒𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝓞𝐍𝐄 ❜ ┊ೃ
¡  𝓬𝐫𝐮𝐞𝐥 !

Según la radio, unos niñitos se habían escapado de la base de CRUEL. No estaba al tanto de lo que la radio hablaba. Pero todos a mi alrededor murmuraban y conversaban acerca del tema.

Muchos decían que los encontrarían ya muertos en el desierto. Este era peligroso y más por las noches debido a la fría brisa y los cranks que recorrían los lugares que se encontraba como refugio. Ya nada era seguro.

No tenía esperanza en aquellos chicos. Pobres. Mi mente divagó por cómo estarían sufriendo ahora mismo. Una mueca adorno mi rostro y aparte aquellos pensamientos. Divisé a todas las personas con las que estaba compartiendo el mismo aire. Todos en sus propios mundos. Jugué con la navaja que mantenía en mi mano, lanzándola en el aire y atrapándola antes de que cayera a mi lado o sobre mi.

—Oigan. —alguien llamó la atención de todos—. Se acercan unos chicos. —fruncí el ceño al oír eso. Brenda copió mi acción. Ella estaba a mi lado acabándose su bebida.

—¿Serán los chicos de los que hablan? —pregunta Brenda hacia mi. Me encogí de hombros con una expresión aburrida.

Ojalá y fueran ellos. Al menos algo interesante pasaría por aquí. Todo era extremadamente tedioso por aquí. Dormir, comer, amarrar a unos cranks y burlarme constantemente de ellos. Ja. ¿Qué más?

—Nunca sabes nada. —gruño la castaña mirándome fastidiada. Ella se levantó de su asiento y yo la seguí con la mirada algo indignada por lo recientemente dicho.

—¿Iras por ellos? —Brenda asintió.

Me solté en el sillón en el que estaba sentada y suspire. Extendí mi mano hacia el paquete de dulces que mantenía. Uno al día. Pero hoy me sentía realmente ansiosa. Y ya iba por el tercero.

—Deja de comer esas mierdas. —me regañó Jorge, arrebatándome la bolsa de su lugar—. Se te van a acabar y luego me vas a joder. —gruñí y me abalancé sobre él tratando de tomar la bolsa.

Jorge solo se reía de mi pobre intento sin resultado. Protesté en voz alta que me diera mis dulces ahora pero él solo seguía burlándose de mi, de mi estatura de gnomo y de todo lo que encontraba gracioso de mi.

—Jorge, aquí están. —nos detuvimos al oír la voz de Brenda y al notar presencia de más.

Jorge se separó de mí y notando que estaba distraída, hizo un ademán de hacerme tropezar. Pero fui más rápida.

—Ni siquiera lo pienses. —coloqué una de mis navajea en su pecho mientras lo miraba por el rabillo de mi ojo, con el ceño fruncido y una voz seria, dándole a entender que estaba hablado enserio.

Jorge alzó las manos en son de paz y asentí. Alejando la navaja de él. Le quite la bolsa de dulces de un solo y rápido manotazo y me encamine a un lado de Brenda.

Los demás habían presenciado aquella escena con una expresión de sorpresa y confusión. Ignoré aquello. Abrí felizmente la envoltura que encerraba a mi precioso y cuando lo abrí, tome el dulce y me lo metí a la boca, degustando su rico sabor.

Suspire más tranquila y me dispuse a observar a nuestros visitantes. Me di cuenta que uno de ellos se me hacía realmente familiar. Solo que no sabía de donde. Fruncí el ceño tratando de ubicarlo en algún punto de mi mente. Pero no había nada de él. Tal vez lo confundí.