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El sol empezaba a asomarse en el cielo, y con el la promesa de un nuevo día había llegado.

Los ponys de cristal despertaban justo a tiempo para iniciar con su labores, los más pequeños iban al colegio, los mayores iban camino a su trabajo, las tiendas y locales abrían sus puertas nuevamente, el aire frío empezaba a llegar con el comienzo del invierno.

El día de hoy es emocionante.

El día de la liberación del Imperio.

Los ponys de cristal después de vivir años bajo la esclavitud del rey tirano ahora celebraban su libertad. Había costado mucho llegar hasta acá. Si bien, no es la Cristalización, de igual modo es un día importante acerca del cuál todo pony de cualquier edad en el Imperio conoce la historia.

Las calles se habían decorado con listones de colores, el estandarte del Imperio de Cristal ondeaba en el aire desde la mayoría de los edificios posibles y el emblemático escudo se encontraba por todos lados.

La mejor parte de la historia es cuando la narrativa cambia.
Hoy, todos los acontecimientos atroces y las vidas que fueron arrebatadas significaban algo más que el poder de un pony corrompido, hoy eran el recordatorio de que siempre el bien triunfa sobre el mal y la verdad siempre sale a la luz.
Hoy los cristales no eran sinónimo de desgracia, hoy eran sinónimo de esperanza.

Los potros reían, las yeguas decoraban sus melenas con cristales y maquillaban sus rostros con destellos casi igual de brillantes que los cristales y los sementales se preparaban para quedar lo más pulcros posibles. Incluso la guardia real cambio el dorado de su armadura ordinaria a un plateado con destellos púrpuras en honor a la historia del Imperio.

En las calles los ponys parecían alegres.

En el castillo la cosa era un tanto distinta...

Tan pronto como el primer canto del pájaro más madrugador fue escuchado por los oídos de la princesa de la amistad su día inicio.
La falta de sueño ya era algo que le pesaba desde días anteriores, pero después de la noche de ayer entendió que no podría descansar pronto.
Había 2 lugares que esperaban su visita. Primero y más cercano a ella, la biblioteca real del castillo que estaba en una de sus torres lejanas, y después de esta, la gran biblioteca del Imperio abierta para todos los ponys, la cual tenía una variedad incluso más extensa que la de la biblioteca real siendo casi el doble, ya que todavía tenía varios libros sin organizar ni clasificar por no estar traducidos al idioma actual. La biblioteca de Canterlot era apenas una laguna al lado del inmenso océano de conocimiento del Imperio.
Hoy no era el día para visitar el Edén del conocimiento, pero algo bueno podía rescatarse de la biblioteca del castillo.
Lo que Twilight esperaba que fuera una mañana solitaria fue todo lo contrario, los pasillos estaban llenos de movimiento de ponys que se dedicaban activamente a pulir hasta el jarrón más viejo del palacio para recibir al resto de sus invitados, afuera en el vestíbulo del palacio el movimiento era más continuó, poco a poco comenzaban a llegar los carruajes elegantes y exóticos de los nuevos invitados y ahí estaba Cadence de pie luciendo radiante saludando a cada uno de ellos y supervisando de cerca que todo saliera al pie de la letra a pesar de encontrarse internamente agotada.

- Buenos días, Cadence- saludó alegremente Twilight con un abrazo a su cuñada que se prolongó por unos cuantos segundos más.
- Hola Twilight, ¿Qué haces de pie tan temprano?- Preguntó una vez que se separaron.
- Iba camino a la biblioteca del castillo, ya sabes, para iniciar mi investigación.
- Ya veo -. sonrió - aunque te aconsejo que no divagues demasiado, la ceremonia es a las 6 y a las 4 vendrá un equipo de estilistas para arreglarnos- explicó.
- ¿Arreglarnos?- Sonó confundida -creí que no era de etiqueta rigurosa la ceremonia y todo eso.
- No lo es, verás, aquí los ponys de cristal tienen sus propias costumbres y tradiciones, las yeguas suelen maquillarse y peinarse con brillos y cristales de fantasía para demostrar el orgullo del Imperio- Cadence caminó lentamente con Twilight alejándose de los recepcionistas del castillo y acercándose más al rosal cristalizado del jardín -por ello Shining y yo también hemos decidido sumarnos a ellos, y esperaba que ustedes también lo hicieran, ayer no alcancé a comentarles durante la cena por estar pensando otras cosas pero ya mismo me encargo de hacérselos saber.
Twilight conocía a Cadence casi tan bien como Shining, y a leguas notaba que la característica chispa que tiene hoy brillaba por su ausencia.
- Entiendo, claro que estaría encantada por participar- Twilight sonrió delicadamente. - Pero dime, ¿Te encuentras bien?.
Cadence se detuvo unos instantes y miró a la alicornio de su costado a los ojos como cuando una madre atrapa a su potranca con los cascos en la masa.
- ¿Es tan notorio?- Sonrió preocupada.
- No, pero yo te conozco y se que algo no está bien- fue sincera y su preocupación era genuina - te noto decaída y un poco pálida ¿Está todo en orden?.
La alicornio rosada suspiro dejando caer su sonrisa y mostrándose vulnerable.
- La verdad es que no Twi- su voz se convirtió en un hilo - las pesadillas me roban el sueño y tranquilidad, pero además de eso, ahora que ya sabes qué sucede en el Imperio puedo decirlo- pauso para encontrar las palabras correctas - soy la princesa del amor Twi, mi trabajo es esparcir el amor en los corazones de todos los ponys, y ahora que se han infectado con odio me cuesta el triple. He traspasado una chispa de mi magia al corazón de Cristal para que lata con más fuerza con el fin de que todo esto sea más sobrellevable, y funciona pero no dura mucho además que me impacta demasiado.

MLP: La magia del Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora