Capítulo Ocho

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"¡¿Puedes creerlo?!" Tsireya concluyó su diatriba, deteniéndose frente a Lo'ak después de caminar en círculos durante todo su monólogo. Había estado actuando como un animal enjaulado a punto de atacar en cualquier momento, y Lo'ak nunca antes la había visto tan enojada. Él no sabía que ella podía ponerse así, aunque había estado echando humo desde que llegó a su casa.

Era aterradora, pero a la vez bastante atractiva. Se lo habría dicho, si no la hubiera visto tan molesta. En su vida había tenido que lidiar con una Tsireya enfurecida, y no estaba seguro si ella no se marcharía echando humos en medio de la noche si decidía usar un poco de su habitual sarcasmo en el momento más inoportuno.

"¿Lo'ak?" Ella llamó cuando él tardó demasiado en reaccionar. "¿No vas a decir nada?"

"Ah, sí. Es un asco. Él es un completo imbécil".

Quizá fue su tono o su falta de empatía con su situación, pero Tsireya lo miró y puso las manos en las caderas tal como lo hacían su madre y su hermano cuando se enfadaban, por lo que Lo'ak supuso que no había sido la respuesta que ella había estado esperando. A decir verdad, probablemente diría algo más útil si no fuera porque estaba sinceramente sorprendido de que Ao'nung hubiera cumplido su parte del trato tan rápido.

Debía ir en serio con respecto a Neteyam, lo que implicaba muchas cosas que Lo'ak no estaba seguro de querer saber. Tal vez todo el asunto del enamoramiento había estado desarrollándose durante un tiempo delante de sus narices, desagradable.

Tsireya soltó un suspiro, haciendo que se concentrase nuevamente en quien realmente importaba. Su ira ya parecía estar disipándose, reemplazada por algo menos severo. "¿Por qué no me lo dijiste?"

Oh, es cierto. Lo'ak sabía lo que había hecho Ao'nung mucho antes de que el Metkayina confesara. En todo caso, todos los involucrados sabían acerca de ello excepto la propia Tsireya.

Sintió que sus mejillas se coloreaban de la vergüenza. Hoy en día, no podría mentirle, aunque quisiera. Él no quería hacerlo, de todos modos. "Parecía una buena idea en ese momento, pero ahora que me miras como si hubiera matado a tu perro por accidente, me siento un poco estúpido por ocultarlo".

"Y deberías", ella se acercó y buscó su mano. Una de las cosas que a Lo'ak le encantaban de Tsireya era la forma en que ella lo tocaba con tanta suavidad. Ella era firme, pero nunca cruel. Nunca con maldad. Al menos nunca con él.

"Te habría perdonado inmediatamente si hubiera sabido que no pretendías dejarme plantada. No tenías que inventar una excusa. ¿Siquiera es cierto que el gato de tu mejor amigo comió algo envenenado?"

Él hizo una mueca. No había sido su momento más brillante. "¿Te enojarías si dijera que no? Spider me permitió usarlo para una historia dramática, y sí solía tener un gato, pero murió de viejo a principios de año".

Y ahí estaba de nuevo, otra mirada de extenuante desconfianza. Afortunadamente, Tsireya ya no parecía estar indignada. A continuación, le apretó la mano, "No necesito ninguna historia dramática, solo necesito que seas honesto conmigo".

"Lo haré", él prometió.

Lo'ak acunó el rostro de Tsireya suavemente en sus palmas y juntó sus frentes, una disculpa en la punta de su lengua. Tsireya cerró los ojos en respuesta, suspirando. Lo'ak le acarició cuidadosamente la mejilla y dijo en voz baja:

"Oye, lo siento. No quería interponerme entre ustedes dos, sé lo que es ser el paria de la familia, simplemente no quería hacerle sentir lo mismo a alguien más. Debería haber pensado en ti. Merecías saberlo".

"Exactamente, y Ao'nung nunca me cuenta nada. Nadie nunca me dice nada-"

Lo'ak le robó un beso de manera cuidadosa y gentil, viendo que podría estar por exasperarse. "Te diré la verdad la próxima vez. No volveré a ocultarte nada, lo juro".

Like stars in the night | Ao'nung x NeteyamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora