Capítulo Dos

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Ao'nung esperó quince minutos antes de subirse al auto y conducir hasta la estación de trenes, donde recogió a Tsireya después de que ella se separó de los hermanos Sully. En el camino a casa trató de obtener algo de información, pero Tsireya estaba siendo particularmente reservada, lo que significaba que estaba muy consciente de que él desaprobaría su amistad con los alienígenas.

Los Sully. Todos han oído sobre Jake Sully, pero no muchos habían visto su cuerpo na'vi porque parte del asunto del refugio político implicaba ser difícil de detectar. Una parte de Ao'nung ansiaba verlo, ver si realmente había mucha diferencia entre los avatares y los na'vi reales. O ver cuán monstruosos podrían ser, ya que mezclar ADN humano con el de los na'vi sonaba como romper todas las leyes de la naturaleza.

Sin embargo, sus hijos no se veían tan horrendos. Ao'nung se burló de las características de Kiri y Lo'ak, pero no eran particularmente horribles.

"Estamos en casa", anunció en el momento en el que llegaron, abriendo la puerta para que Tsireya entrara primero.

Su padre ya estaba en sala y Ronal debe haber estado en la cocina haciendo algo delicioso si el olor que percibieron cuando ingresaron a la casa les daba un indicio. Fue la primera en saludarlos sin levantar la vista de su tabla de picar.

"¿Por qué llegan tan tarde? Pensé que dijiste que no tenías entrenamiento, Ao'nung".

"No tuve," aclaró, poniendo su mochila en el suelo. "Tu hija me hizo esperarla más de lo que debería".

Tsireya pretendió que no estaban hablando de ella, y simplemente saludó a su padre con un beso en la mejilla. Ao'nung decidió presionar un poco, solo porque quería saber exactamente qué estuvo haciendo con los niños Sully.

"Me hizo conducir todo el camino hacia la estación y ni siquiera me dijo por qué".

"Ao'nung," Tsireya frunció el ceño, sacudiendo su cabeza como si le dijera que se detuviera.

"Bien, ¿qué tenías que hacer en la estación?" Ronal preguntó. Como la matriarca, ella siempre obtenía las respuestas que exigía, lo cual era exactamente lo que Ao'nung buscaba.

"Estaba caminando con mis amigos, eso es todo. Ellos toman el transporte público".

"Podría haberlos llevado a su casa," Ao'nung interrumpió, molestando. Presionando. "¿Estás escondiendo a estos amigos de ? ¿O no existen?"

Si hubieran comenzado a tirar de las colas o las trenzas del otro allí mismo, Ronal no se habría impresionado. Ya estaba familiarizada con las travesuras de sus hijos. Tsireya solo fue a empujar a Ao'nung en el pecho, pero Tonowari se rio.

"¡Eres insoportable, Ao'nung! ¡¿Qué pasa si no quiero que mis amigos te conozcan?!"

"Auch, ¿te avergüenzas de mí o algo así?" Él rio.

"¡Debería estarlo desde que la mayoría de tus amigos son unos idiotas descerebrados!" Tsireya argumentó.

Afortunadamente, no era serio, porque cuando Tsireya realmente se enojaba era más del tipo silenciosa, no escandalosa. Ao'nung sonrió, aprovechando la oportunidad para molestar a su pequeña hermana. "Le diré a Rotxo que le dijiste idiota descerebrado".

"Oh, por favor. Rotxo es el más pasable del grupo. Él ya debería saberlo."

"Reya, Reya, Reya," Ao'nung decidió atacar, usando su última carta. Su padre seguía riéndose de ese intercambio y en su presencia Tsireya no sería capaz de mentir, ¿o sí? "¿Caminaste a la estación porque querías algo de tiempo a solas con un chico?"

Like stars in the night | Ao'nung x NeteyamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora