Like stars in the night | Ao'nung x Neteyam

Capítulo Uno

Antes de convertirse en activista y pacifista, el padre de Neteyam había sido parte del ejército. Es una locura pensarlo, considerando como vivió la violencia, guerra y neo-colonización en la actualidad, pero eso significó que estaba acostumbrado a moverse demasiado. También significó que, después de traicionar al gobierno estadounidense por exponer sus formas corruptas, se convirtió en un refugiado político en Pandora, donde finalmente se casó con la madre de Neteyam, líder de la resistencia contra la ADR.

Toda su historia de amor fue larga, pero no la razón por la que Neteyam estaba pensando actualmente en el pasado de su padre. En realidad, no podía dejar de pensar en ello porque era su condición de refugiado político lo que los llevó al lío en el que se encontraban ahora: se habían mudado de su pueblo en su árbol natal a un pueblo junto al mar llamado Awa'atlu. Neteyam no se había quejado ni un poco, pero no pudo evitar sentirse algo amargado por mudarse, incluso si entendía que tenía que hacerlo.

Por supuesto, su padre se ha mantenido optimista. Afirmó que Awa'atlu no podía ser tan diferente y que juntos lo transformarían en su nuevo hogar. En privado, después de discutirlo con Neytiri, incluso le ofreció a Neteyam la opción de quedarse con el tío Tsu'tey durante su último año, ya que pronto comenzaría la universidad de todos modos.

Sin embargo, Neteyam no pudo aceptar, no cuando sabía que Lo'ak y Kiri tendrían más dificultades para adaptarse. La escuela secundaria en un pueblo que casi podría considerarse del tamaño de una ciudad, sería despiadada y, como su hermano mayor, se suponía que debía cuidarlos. Además, no quería perderse el primer año de secundaria de Tuk ni verla crecer.

Esa fue simplemente otra razón por la cual no podía quejarse demasiado. Él decidió ir voluntariamente, después de todo, mientras que sus hermanos menores habrían tomado la opción de quedarse si la hubieran tenido. Así que, en su lugar, él trató de mantener su actitud positiva para que sus padres no se preocuparan demasiado.

Cuando Tuk rompió en llanto la primera noche en la nueva casa, él fue a dormir con ella y le cantó una corta melodía, una canción que escribió su madre cuando Tuk nació. Neytiri estuvo a punto de unirse a ellos, pero Neteyam le prometió que lo tenía bajo control y le dijo que descansara. Mudarse había afectado a todos, pero sobre todo a ella, que había vivido en su pueblo toda su vida y cuyo padre también había sido enterrado allí.

Seguramente, en Awa'atlu también tenía que haber un árbol espiritual. Pero, ¿qué garantizaba que desde aquí se escuchara el alma de su abuelo? Neteyam no se había atrevido a preguntar. Muchas cosas lo inquietaron sobre este lugar, como lo grande que era y el hecho de que sus ikrans tenían que guardarse en un lugar diferente lejos de la casa.

Pero lo que más lo estresaba, aunque no lo demostraba, era empezar la escuela. En su anterior instituto, tenía su propio grupo de amigos y su primo Taronyu era su cómplice en todo. Neteyam solía hacer tiro con arco, además de esgrima, y ​​solía sobresalir en ambos, lo que le habría valido una beca para la universidad local. Del mismo modo, Lo'ak tenía a Spider, que básicamente era su mejor amigo, y Kiri era la vicepresidenta de su club de ciencias, en camino de convertirse en presidenta el próximo año.

Ahora, ninguno de ellos tenía algo o a alguien aparte del otro.

La ausencia de Spider empezaba a notarse con el silencio en el que se había sumido la casa al no tenerlo de visita, y Neteyam tuvo que despedirse de los deportes que amaba porque, al parecer, la escuela en la que se estaba inscribiendo le gustaba invertir todo su presupuesto en su equipo de natación. Aun así, mantuvo una sonrisa en su rostro todo el tiempo que pudo, riéndose de las bromas de su padre durante todo el vuelo.

Y la única persona que escuchó sus quejas a través de la línea telefónica fue Taronyu, quien no pudo entenderlo porque, en la ausencia de Neteyam, probablemente se convertiría en el capitán de su equipo de arquería y tendría el mejor año de su vida. Cada vez que pensaba en ello quería golpear algo, pero solo apretaba sus manos en puños o crujía sus dedos, frustrado. No porque quisiera que su primo se sintiera miserable, sino porque se suponía que él estaría haciendo eso junto a Taronyu. Este debía ser su último año con su equipo; con sus amigos.