Perdido por ella | 8

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Una emocionada Sakura estaba en el baño terminando de arreglar su cabello para la ocasión. Se había vestido con la mejor ropa que encontró, teniendo que haber hecho un revoltijo en su bolso porque aún no se había tomado la molestia de acomodar sus pertenencias en algún mueble de la casa de Sai. Sabía que en cualquier momento ella y Sasori deberían buscarse algún otro lugar donde quedarse, pero simplemente no se sentía lista. La sola idea de todo lo que tenían por hacer comenzaba a hacer estragos en su mente.

Estaba sumamente estresada. Pero, aquel día no era precisamente el correcto para demostrarlo. Aquella ocasión sería la perfecta para despejar su mente, divertirse, sentir melancolía pero de la buena y rencontrarse con gente que fue una buena compañía en el pasado. La sola idea de imaginar el volver a ver aquellos rostros ya hacía que su cara formará una sonrisa sincera. No sabía cuánto extrañaba su antiguo hogar hasta que puso un pie en él nuevamente.

Sai se había encargado de planificar una pequeña reunión con algunos de los viejos amigos de Sakura. No estaba segura de que muchos de ellos quisieran volver a verla. Pues con la mayoría de ellos solo habían interactuado un par de veces. Un ejemplo eran Neji, Shikamaru; con los cuales había hablado y entablado una "amistad" gracias al tiempo que pasó junto a Kiba luego de un trabajo en equipo que les había tocado juntos.

Dicho trabajo que también había incluído a... Sasuke.

¿Él estaría invitado? No tenía ni la menor idea, pero estaba segura de que no. Principalmente porque sabía que Sai jamás querría disgustar a Sasori haciéndolo volver a encontrarse con el chico del que habían contado tantas cosas malas. Por otro lado, había una leve sensación en ella que le inspiraba un sentimiento de cercanía, como si estuviera acercándose... No sabía bien como explicarlo, pero estaba allí. Tanto era así que por momento se obligaba a su misma a sacudir la cabeza y disipar aquellos pensamientos que podían considerarse extremadamente tontos.

Al terminar de arreglarse bajo las escaleras de la casa a toda prisa, entonces Sai volteó a verla y una sonrisa se instaló en su rostro al verla bandeja con bocadillos que traía en sus manos el chico.

—Si que te has esmerado —dijo ella con una sonrisa, acercándose para tomar uno y llevárselo a la boca antes de que él pudiera reclamarle.

—No son para ti, son para los invitados —dijo reprochándole como una madre ofendida—. Espero que estés lista porque Kiba ya está aquí.

Tan solo escuchar eso Sakura casi escupe lo que estaba masticando por la sorpresa, se tapó la boca abruptamente y su otra mano la dejó reposando en su pecho. El pequeño sandwichito de atún, pavo y queso habían sido desperdiciado y utilizado accidentalmente como arma homicida que atragantó a la fémina.

—¿Por qué rayos no me avisaste? No hubiera-

—¿Qué? —interrumpió— ¿No te hubieras quedado tonteando en tu mente? Ve ahora mismo a saludar a ese chico y lleva esto como cortesía —ordenó dejando caer la bandeja sobre las manos de la pelirrosa, sin dejarle decir nada cuando empujó de su espalda para guiarla hacia la sala.

El corazón de Sakura comenzó a latir a mil por segundo.

—Buenas noches —saludó torpe y tímidamente cuando sus pasos entraron en la sala, sus ojos y su pecho se tensaron al reconocer la figura y el cabello castaño del chico sentado sobre el sofá con la pantalla en el celular.

Tan solo escuchar su voz Kiba se levantó abruptamente de su asiento, una enorme sonrisa zorruna y una mirada alegre fueron lo que recibió la pelirrosa cuando esté la reconoció, corriendo hacia ella para darle un abrazo que la tomó por completo desprevenida.

Su cuerpo casi tembló por el contacto y cuando esté la soltó, se sintió confundía y feliz.

—¡No puedo creer que de vuelta te veo, ha pasado tanto tiempo! —exclamó él amistosamente, dando un paso hacia atrás para darle su espacio— Se te ha echado de menos.

Y Sakura supo entonces, que no tenía nada de que preocuparse.

[...]

Horas más tarde estaban sentados todos en la sala al rededor de la mesa enana con la vista en frente a la televisión. Sakura no podía creer lo amena y cómoda que se sentía junto a la gente que una vez la había apoyado y creyó que la habían olvidado. Kiba, Shikamaru, Neji, Chouji... Y hasta Karin.

Quién era la persona que estaba hablando en aquel momento.

—Pues sí, yo al igual que ustedes no tenía idea que se había marchado. Si hubiera sabido tal vez también podía saludarla aún que, bueno, entiendo que no éramos tan cercanas. Sin embargo sé que no soy la única que piensa así. Los chicos tampoco estuvieron muy felices al darse cuenta que no se les había avisado nada. Sai sufrió las consecuencias —bromeó lo último con una sonrisa.

—Tal vez no te dije porque primero Sakura estaba terriblemente aterrada de tí. Literalmente la acostaste —Sai saltó en su defensa atentando contra la pelirroja como un niño pequeño—. Ya sabes, por tu fama de-

Un golpe en el hombro por parte de la ojijade lo hizo callar.

—Oh... es cierto. Realmente me sorprendió cuando de la nada fuiste a intentar hablar con ella. Pero al parecer solo eras desalmada por dentro —remató el pelinegro con una sonrisa.

—Bueno... eso es porque desde el lado de la empatía no era bueno jugar con ello. Oye, si me arrepiento de ser tan soberbia en mi juventud —habló, como si fuera una vieja—. Pero en fin. Lo que sucede es que yo había pasado algo parecido con una pareja que tuve de muy pequeña... No hubiera sido lógico atentar contra Sakura.

Tras aquella confesión, un silencio invadió la sala. Realmente ninguno de ellos había esperado la declaración de Karin. Pero entendieron rápidamente que era algo que ella ya había superado y debido a eso, actuó de la manera más madura en su debido momento.

Pero en ese instante, el sonido del timbre invadió el silencio.

—¿Quién llega tarde? —preguntó la pelirrosa con curiosidad.

Los ojos de Sai se agrandaron desconmensuradamente.

—No tengo idea —mintió alejándose rápidamente de la sala—. Yo abro.

Y cuando estuvo en la puerta, miró hacia atrás para asegurarse de que nadie lo había seguido, y abrió esta.

—¿Por qué demonios llegas tan tarde?

Sasuke los miró con una mirada completamente desgastada, y con pesadez respondió.

—Es una larga historia...

[...]

Hi!!! Nuevo capítulo. Lamento mucho la tardanza. Estoy haciendo lo mejor que puedo pero me tardo un poco por todas las historias por actualizar.

Pero el siguiente ya está escrito y lo publicaré pronto!

Gracias por seguir aquí y esperar pacientemente cada capítulo. Los amo.

Perdido por ella - Sasusaku | AUSoulmate | [Libro 2: En curso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora