Oleaje salvaje

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Tras terminar con su labor de pescador, Mutaro guardo sus cosas, y puso rumbo a la costa, estaba atardeciendo, y no quería llegar tarde a su casa, hoy tuvo menor horario laboral, por suerte. Camino un poco por la arena, viendo a las familias llegar y marcharse, las olas llegar y marcharse, las nubes llegar y marcharse, todo llega y se marcha, una y otra vez, entonces, ¿Por qué no pueden marcharse y llegar las personas?



Camino a su casa, en un cerrar y abrir de ojos estaba al frente de esta, abrió la puerta, y camino a la sala, prendiendo el televisor con un botón, y acercándose al sillón, para sentarse y observar lo que la gris pantalla tenía por mostrar. 

Se veía una oficina, con un escritorio que portaba una maceta con una rosa, y un par de libros y textos al lado. Un presentador con traje, y unas gafas, saludo a la cámara, recogiendo unas revistas y poniéndolas bajo sus brazos. —Buenos días, televidentes, tras esos cortes comerciales tan interesantes, vienen las noticias— Agarro una hoja blanca con texto en ella, soplando —4 Am con 56 minutos, un tsunami arraso con Sendai, hubo cientos de vidas perdidas. 8 Am con 20 minutos, un barco pesquero de 8 metros como altura y 16 de largo, desapareció en medio del océano pacifico, sin dejar rastro de sobrevivientes. 8 Am con 29 minutos, un terremoto impacto con Fukuoka, afortunadamente, no paso a mayores, destruyendo solo un par de edificios, y milagrosamente, sin llevarse la vida de nadie. 3 Pm con 31 minutos, una ola de 15 metros de alto en la costa se lleva a 2 personas arrastrándolas al mar, uno de ellos fue encontrado, pero aún se está buscando a la niña. 5 Pm con 17 minutos, una lancha a motor desaparecida en el océano pacifico... Muchas gracias por vernos, los recibiremos a las 7 Pm entrevistando a nuestro ya conocí— Apago la televisora, viendo su reflejo en ella, camino hacia la cocina, poniendo a hervir unos 240 mililitros de agua, y poniéndola en su cafetera.


Seguía lloviendo, más fuerte ahora, haciendo sonar las macetas de afuera, y con vientos que entran a través de las ventanas, moviendo cucharones y gavetas. Mientras esto sucede, Mutaro estaba escribiendo en una hoja en blanco, una carta para un viejo amigo, que no veía desde 1949, pero que afortunadamente sabe que sigue vivo, contándole como le había ido en el negocio, y preguntándole si vio las noticias de los problemas en el mar.

Puso la carta en una caja para enviarla cuando cesara de llover, y se quedó mirando a las afueras, con edificios y puestos siendo mojados por completo, alguna que otra persona con paraguas y capa, y unos carros conduciendo lo más lento posible.


Prendió la radio, y busco la estación donde Kimato hablaba, tras unos 12 segundos de búsqueda, al fin la hallo —Lluvia no para, pero no es algo que deba preocuparnos, porque dentro de 2 semanas, tendremos el partido de Kutoyatwara contra Ibatakamune, 2 bandos enemigos dentro de una nación, pero bandos amigos por fuera, créanme, este juego será emocionante, fantástico, un juego que no —No pudo terminar de hablar, algo lo interrumpió, pues la estación de radio donde estaba empezó a tambalearse, haciéndolo caer al suelo— Ahh, demonios, y ahora que está pasando... ¡Ah! ¡Es un monstruo! ¡¡Un monstruo!! —Desde la radio se escuchaba distorsionado, alcanzándose a escuchar solo un poco, pero en unos momentos, después de que Kimato localizara la bestia, se escuchó un grito aún más profundo, seguido de un rugido, que resonó hasta su casa, era una especie de rugido muy raro, pues no sonaba como algún animal conocido, ni un león, ni un gorila, ni un tigre. Este era mucho más lento y ruidoso.

GODZILLA kaku-ju (GODZILLA bestia nuclear)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora