ARUANIWEEK ENERO 2024

Día 06: Sexo en Público

El tiempo paso de una manera muy extraña. Como le había prometido a Annie, las cosas cambiaron luego de aquella noche tan difícil, a la mañana siguiente hablamos con todos nuestros sentidos buenos y con las mentes claras, reflexionamos de nuestros comportamientos hasta ella me pidió disculpas, según ella, "por lo inmadura" que fue al pedirme algo así, pero todos sabemos que mi responsabilidad era mayor, yo había desencadenado esa reacción y yo era quién debía de seguir pidiendo disculpas.

Todo el mundo supo que éramos novios, nos habíamos ido juntos esa noche y a la semana siguiente volvimos a la preparatoria como si fuéramos de cita normalmente. Tomé su mano, nos dimos el apoyo mutuamente para enfrentar el día y a la vez, a la gente.

No faltaron los rumores, no faltaron las malas palabras y no faltó una suspensión por tres días de Annie por golpear a dos chicos por andar molestándome.

"-No debiste, ya era hora de irnos, además solo nos falta un año y nos graduamos -Dije entregándole los apuntes de las clases al segundo día."

"-Lo hecho, hecho está, mi padre ya sabe como soy y tú igual, esos idiotas por lo menos tendrán la fractura en la nariz por meses, no solo una suspensión de tres días como yo -Dijo aceptando los cuadernos para dejarlos encima de la mesa y dirigirse a la cocina.- ¿Te quedas a cenar?"

No había por donde, ella estaba decidida que tenía la razón.

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Los años pasaron, la graduación paso y la universidad con los trabajos de medio tiempo llegaron a la orden del día. Nuestro grupo siguió siendo el mismo, ya era normal para ellos vernos juntos en todas partes, sin embargo, tratábamos de dejar las demostraciones de amor solo para los dos.

La ingeniería civil se me estaba dando bastante fácil, las asignaturas de matemática avanzada eran las que más disfrutaba y las ayudantías pronto estaban en mi poder para ayudar al maestro y la práctica al tercer año fue muy fácil de conseguir. Annie por su lado se fue por el deporte, estudiar la anatomía humana fue muy fascinante, especialmente cuando ella era tan dedicada; aunque no lo pareciera, Annie era muy buena para leer libros y se le daba muy fácil aprender las cosas por más que su apariencia de chica rebelde la opacara, era su manera de vivir.

Los días miércoles y viernes eran de entrenamiento para ella, algo que no había chance a menos que le avisara con dos semanas de anticipación. Pero siempre lograba salirme con la mía.

El campus de deportes estaba al otro lado de la universidad, tenían un gimnasio gigante y las pistas atléticas disponibles para los estudiantes.

Según mi teléfono estábamos a solo 9 grados y bajando, eran las 18:00 de la tarde y todos estaban saliendo de sus quehaceres, pero yo iban entrando al gimnasio en búsqueda de aquella rubia que al parecer no tenía nada de frío.

Al llegar pude verla desde la entrada, estaba con esa ropa deportiva apegada al cuerpo para dar agilidad a los movimientos, pero era un crimen, simplemente debería ser ilegal que aquello se utilizara frente a tantas personas.

Estaban haciendo un ejercicio en parejas y solo eran dos chicas en el equipo.

La miré fijamente, hipnotizado por como los músculos de sus piernas se marcaban al hacer fuerza, su abdomen que apenas se veía, pero era el único que daba créditos que su sixpack ya estaba definido y su bonito perfil del rostro que con los años solamente se puso más bella y atractiva, podía decir que, a sus 20 años, Annie era una mujer bellísima.

-¡Alto! Bien, seguimos con los circuitos, pero primero, revisión de nómina -El profesor encargado del entrenamiento tenía dos ayudantes que revisaban el estado físico de los estudiantes y daban el paso para seguir con la rutina.