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Diciembre 30


Diciembre treinta fue un tanto confuso. Salí sola luego de pasar días encerrada. Me quise consentir y compre uno zapatos y ropa nueva.

Fui a una cafetería a escribir mis pensamientos.

Mañana tendría que ir a despedir el año con la familia, por lo tanto sabia que él se quedaría atrás junto a este año. Y yo tendría que seguir.

Me costaba y dolía entenderlo. Pero lo único que quedaba por hacer era seguir y mejorar como persona.

El resto de mi día se baso en hacer pasteles de diferentes sabores según el gusto de mi familia.

Cuando llego el momento de hacer el pastel de chocolate una de mis lagrimas inevitablemente cayo en la mezcla. Al recordarlo.

Seguir decorando sin darle mucha mente a nada.

Dicen que la comida sabe mejor si la haces con sentimiento, espero el dolor sepa bien.

Relatos de una persona enamoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora