Younger Dreams | Yuleria

Capítulo 20

Las manos de Yuri se movían por sus piernas, sus caderas y su espalda, mientras ella estaba a horcajadas sobre su regazo y se devoraban sin miramientos. Valeria sentía que los nervios la hacían temblar, pero las caricias y los besos de Yuri hacían que su mente se nublara de una forma ilógica y placentera, como si nada más importaba.

Y ciertamente en ese momento nada lo hacía.

Su cuerpo se movió creando algo de fricción con el de Yuri y se apartó cuando la morena se quitó la camiseta. Sus ojos recorrieron su torso cubierto por un sostén deportivo y sus dedos acariciaron su abdomen, mirando los ojos marrones que la miraban con intensidad.

Yuri volvió a besarla y ella gimió al sentir su lengua haciendo cosas increíbles dentro de su boca. No era la primera vez que se besaban o se tocaban de esta forma, pero de alguna manera sabía que esta vez nada ni nadie haría que se detuvieran, porque Valeria lo deseaba demasiado y aunque el miedo de hacerlo mal estaba latente, no era más fuerte que sus ganas.

Metió los dedos en el sedoso pelo de Yuri y su olor embriagó todos sus sentidos. Sintió como la morena mordía su labio inferior y jadeó deseosa de más, así que llevó las manos hasta el botón de los pantalones de la otra chica comenzando a quitarlo de forma desesperada, sintiendo la sonrisa de Yuri sobre sus labios.

La morena la ayudó levantando un poco la cadera para quitarlos y Valeria suspiró cuando sintió su cuerpo con menos ropa, rozando el suyo. Sin embargo, necesitaba más, necesitaba que no hubiesen barreras, y Yuri parecía sentirse igual porque sintió sus manos acariciar lentamente su espalda y comenzar a quitar su sujetador.

Observó como los ojos de la chica miraban sus pechos con deseo, y eso la hizo sonreír, haciendo que su entrepierna cosquilleara. Los labios de Yuri rozaron su cuello con pequeñas caricias, lamiéndolo luego, extendiendo esas caricias a su esternón, chupando y besando su piel mientras sus manos acariciaban su baja espalda y luego su trasero.

Valeria arqueó la espalda cuando la sensual boca de Yuri se posó sobre uno de sus pechos, comenzando a mover la lengua sobre la dura protuberancia con movimientos lentos y circulares que hicieron gemir y jadear a la castaña enseguida.

Metió de nuevo las manos en su pelo, y se movió creando fricción entre ambas, sobre todo en la zona en donde más lo necesitaba, esa que se sentía húmeda y cosquilleante.

Los labios de Yuri pasaron a otro pecho y Valeria abrió los ojos para no perderse el espectáculo. Los ojos marrones de la morena se conectaron con los suyos y esa forma intensa y excitada en la que la miraba, hizo que la propia excitación de Valeria creciera. Y es que, saber que Yuri la deseaba de esa manera y que estaba disfrutando tanto de poder tener en su boca sus pechos, le aceleraba todo.

Se mordió el labio de forma juguetona y cogió con fuerza el rostro de Yuri para besarla con profundidad y hacerle saber que aquello la estaba enloqueciendo.

—¿Recuerdas que dijiste que te tocabas? —Preguntó Yuri de repente y su voz ronca y sensual hizo que sus temblores aumentaran.

—Si—Jadeó cuando los labios de Yuri comenzaron a deslizarse por su mentón y luego hacia la base de su cuello, en donde dejó una pequeña mordida. Sus manos cogieron con fuerza ambos pechos, masajeándolos de una forma erótica y placentera.

—¿Te has tocado pensando en mí, castaña?—Valeria sonrió y dejó que Yuri siguiera haciendo aparecer sensaciones nueva y magnificas en todo su cuerpo con la forma en la que besaba su cuello.

Podía sentir su estómago y su vientre cosquillear.

—¿Lo has hecho tú?—Preguntó entonces la castaña y Yuri se apartó un poco para mirarla sonriente y con los ojos oscurecidos por el deseo.