Capítulo 30

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Valeria suspiró abriendo la puerta de su piso. Había sido un fin de semana increíble, lleno de sensaciones y de sentimientos muy intensos, y no solo por el hecho de que era el primer viaje junto a Yuri ahora que eran una pareja de forma oficial nuevamente, sino porque luego de lo ocurrido con su abuelo en la gala, Yuri había pasado por varias etapas a lo largo de la noche.

Por supuesto había estado muy contenta luego de recibir su premio, pero Valeria había notado como se iba apagando, hasta estar completamente en silencio. La castaña se la había llevado entonces hasta la habitación en donde la había abrazado por minutos que quizás fueron horas, nunca lo sabría. Y luego le había hecho el amor de forma lenta. Yuri por supuesto había insistido en ser ella como siempre la que mandaba, pero Valeria le había susurrado al oído que quería cuidarla, que quería hacer que olvidara todo por un rato. Y lo hizo, con cada beso, con cada caricia, con cada roce de sus pieles mientras hacían el amor.

Y luego se habían dormido en los brazos de la otra y Valeria no pensaba que pudiera haber algo mejor que eso. Lamentablemente, y aunque el domingo se suponía que lo tenían libre, solo para ellas dos, para seguir disfrutando de la ciudad de Miami, Yuri había sido requerida de emergencia en Washington para una cirugía esa tarde. Y Valeria casi había protestado porque la morena le había prometido que irían a la playa y que quizás le enseñara a surfear.

Yuri le había llenado el rostro de besos y le había prometido que volverían. Y Valeria no había podido estar enfadada mucho más, porque la morena, quizás en agradecimiento por sus atenciones la noche anterior, o quizás porque se había despertado muy cachonda, había acabado regalándole un par de orgasmos muy gratificantes esa mañana.

Y ahora estaba de regreso a la realidad y suponía que aunque hubiese pedido el día lunes en el trabajo, no podría escapar para siempre del montón de trabajo y exámenes por corregir.

Rodó un poco la maleta y se adentró, parándose en seco al encontrarse a Samilu en medio del pasillo, presumiblemente de camino a la cocina, con un albornoz y dos copas de vino vacías. La morena pareció sorprendida y Valeria miro rápidamente alrededor, notando que había ropa esparcida por el suelo, y en la cocina, una botella de vino y dos platos que probablemente hacía un rato habían sido parte de una deliciosa comida.

—¡Valeria! ¿Qué haces aquí? ¿No llegabas mañana?—Susurró Samilu acercándose a ella enseguida.

—¿Por qué susurras?—Preguntó confundida y la miró aún más confundida cuando su mejor amiga la empujó hasta la puerta—¿Qué haces?

—Soy tu mejor amiga, siempre he estado para ti—Siguió susurrando—Y nunca te he pedido demasiado a cambio...

—Samilu, ¿con quién estás?—Valeria soltó una risita porque aquello era extraño pero gracioso al mismo tiempo.

—Se suponía que llegabas mañana.

—Yuri tuvo que venir por una...

—Da igual—Suspiró—Necesito que vayas a dar una vuelta, dame media hora.

—No entiendo nada. ¿Quién está ahí?—Se asomó por encima de su hombro.

—Es... complicado, si te digo quien es, esa persona se va a enfadar porque quiere que todo vaya lento y sobre todo porque conoce a tu novia y...—Valeria la miró enseguida.

—¿Es una chica?—Preguntó entonces con los ojos como platos—¿Y cómo que conoce a mi novia? ¿Estas acostándote con una chica que se acostó con Yuri?

—¡No!—Frunció el ceño—Dios, espero que no—Susurró luego más para sí misma y miró a Valeria—Es Kiara, ¿vale?

—¡¿Kiara la ex de Ramirito?!

Younger Dreams | YuleriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora