Capítulo 10

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En el momento en el que los labios de Valeria se unieron con los de la otra chica, Yuri se olvidó durante varios segundos de la opresión que había sentido en el pecho al pensar que Valeria había podido escucharla diciendo lo que acababa de decirle a Daniela. Sentía las palabras como un eco en su cabeza, como si hubiese soñado que las decía y no las hubiese dicho realmente, porque lo cierto era que aunque intentara convencerse a sí misma de que para ella Valeria era como una hermana menor... no era cierto. Porque cuando ves a tu hermana menor besando a otra chica, no te entran esas ganas irrefrenables de estampar la cabeza de la chica en cuestión contra una de las mesas.

Cogió aire y apartó la vista de la escena mezclándose entre la gente. ¿Qué demonios estaba pasando? Extrañas emociones la estaban arrastrando hacia un lugar del que ella luchaba por escapar, pero casi sin éxito. Subió las escaleras escuchando como un grupo de chicas le preguntaban si era la pianista. Ella las ignoró y llegó hasta la barra.

—Dame un whisky en las rocas—Le pidió a Marie que estaba limpiando un vaso con ahínco.

—¿Dónde está esa castaña deliciosa?—Ladeó la cabeza.

—Dame el maldito whisky, Marie—La miró seria y la chica no se impresionó por su mirada amenazante. Sirvió el vaso y vio como Yuri lo apuraba en su garganta.

—Espero que no hayas venido en esa bonita moto tuya. No quiero ser la culpable de que te estampes contra una pared—Yuri se giró mirándola, retorciendo un poco el cuerpo como una felina.

—¿Qué tal si te estampo a ti contra la pared mientras te como la boca?—Le preguntó mostrándole el vaso para que se lo rellenara.

Marie soltó una risita.

—Me encanta cuando te pones en plan: "Soy Yuri y le gusto a todas".

—Le gusto a todas—Respondió la de los ojos verdes con media sonrisa y Marie se apoyó en la barra acercando su rostro al de Yuri.

—¿Qué ha pasado? ¿La castaña no ha dejado que le metieras la manita debajo del vestido?—Le dio con el dedo en la nariz—No soy un premio de consolación, cariño.

—Oh, venga... cuando estés gritando mi nombre te darás cuenta de que el premio aquí soy yo—Marie empujó la cabeza de Yuri y esta solo sonrió, poniendo luego su mirada de caza antes de mirar alrededor.

—¿Vas a decirme que ha pasado? Solo te pones así cuando alguien te rechaza, lo cual ocurre bastante poco...

—Nadie me ha rechazado—Contestó tragando hondo—Porque no había nada que rechazar—Siguió diciendo mientras la imagen de la lengua de esa chica en la boca de Valeria hacia que se retorciera contra la barra.

—Vi como la mirabas, a mí no me engañas—Siguió Marie sirviendo un par de cervezas.

—Deja de decir tonterías y supéralo. No quiero hablar más del tema—Dijo tajante y sonrió cuando una castaña con un vestido blanco y ajustado se acercó a ella sonriendo—¿Puedo invitarte algo?—Preguntó mirándola con media sonrisa.

—Depende...—Respondió la castaña sentándose a su lado.

Yuri simplemente sonrió haciéndole señas a Marie. Esto era en lo que debía concentrarse, en ser quien era, en hacer lo que hacía siempre, lo que hacía para escapar de su vida, de su día a día. Tenía la mano en la cintura de la de la castaña mientras le hablaba al oído y esta reía, cuando sintió que tocaban su brazo. Eran Daniela, Samilu y Valeria. Los ojos de Yuri miraron rápidamente el rostro de la castaña menor, pero esta parecía mareada y se apoyaba con fuerza sobre el cuerpo de Samilu.

Younger Dreams | YuleriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora