Secretos (Giyushino Y Obamitsu)

Orgullo De Lado

Ya era las 7 de la mañana cuando Giyu se levanta de su cama entre lágrimas, al parecer el largo sueño que tuvo le hizo revivir todo por segunda vez, en esos momentos sentía que había vivido todo hace unos días.

Pero de algo estaba seguro y era que dejaría su orgullo de lado y aceptaría la oferta de trabajo que le ofrecería Iguro, no le agradaba para nada la idea, pero esto lo hacía por su familia.

Giyu sale de su habitación y desayuna junto a Shinobu y su hija.

Mientras ambos comen, Giyu se disculpa con su esposa por haberse alterado el día anterior y que estaba dispuesto a aceptar cualquier el trabajo que le ofrecería Iguro, lo cual alegró mucho a Shinobu.

- Me alegro que estés dispuesto a trabajar con Obanai, a decir verdad, se lo mucho que te afecta ver que tus amigos sean profesionales, pero dejame decirte que no tienes porque sentirte menos, para mi y nuestra hija eres un ejemplo de persona - dice sonriente Shinobu, mientras Giyu le muestra una sonrisa, al parecer ese sueño también le hizo recordar lo mucho que amaba a su familia.

Mientras tanto Iguro se encontraba alistándose para ir a su trabajo, no sin antes despedirse Mitsuri y su hija, para luego irse en su carro.

Durante el camino hacia el trabajo no sabía como sentirse, realmente detestaba a Giyu, pero de todas formas trataría de ayudarlo, sabe que no es una mala persona a pesar de lo que hizo, además le vendría perfecto algo de ayuda.

El día pasaba y Giyu seguía en su casa haciendo quehaceres del hogar, cuando de repente llaman a su celular.

- Hola, habla Giyu Tomioka, con quien tengo el gusto? -

- Tienes tiempo en este momento? Nesecito hablar urgentemente contigo -

- Supongo que si, aunque en unas horas debo ir por mi hija a la guardería -

- De acuerdo, te veo en la cafetería del centro en 30 minutos, ni se te ocurra llegar tarde o me largo inmediatamente -

Giyu cuelga el teléfono y se dispone a alistarse para encontrarse con Iguro.

Una vez llega a la cafetería, Giyu ingresa y encuentra a Iguro en una mesa, por lo que se dirige ahí y se sienta enfrente suyo.

- Vaya, hasta que por fin llegas - dice fastidiado - Por cierto pedí algo para los 2 y no te preocupes, yo lo pagaré -

- Pues muchas gracias - se sorprende de su amabilidad.

En ese momento llega lo pedido por Iguro y ambos se disponen a comer.

- Escuchame Tomioka, iré directo al grano, hable con mis jefes y aceptaron que te de trabajo -

-Enserio aceptaron? - se emociona un poco.

- Así es, pero sería mezquino decir que todo fue por mi, a decir verdad Yae también hablo para que te dieran una oportunidad, tú sabes que no es nada fácil que una gran empresa te contrate, peor aun si no tienes un título universitario -

- Pues muchas gracias, la verdad no pensé que Yae también me ayudaría de cierta manera -

- Ella cambio bastante, actualmente es mi secretaria, pero creo que pedirá una vacaciones, pero eso no viene al caso -

- ok, igualmente te vuelvo a agradecer, la verdad no se que decir -

- No digas nada, pero escuchame una cosa y quiero que te quede bien en claro esto - dice incómodo y apuntando su dedo a Giyu - Ni creas que sto lo hago por ti, porque si así fuera no hubiera movido un solo dedo para ayudarte -

- Entonces porque lo hiciste? -

- Por tu familia, Shinobu y tu hija no tienen la culpa de nada, así que es por ellas que yo te estoy haciendo ese favor, solo espero que no arruines mi reputación, porque me la estoy jugando al recomendarte -

- Esta bien, de todas formas te lo agradezco y te vuelvo a pedir perdón, aunque no lo creas aun te considero un amigo y lamento mucho haberte traicionado -

- Ya olvídalo, eso ya no lo puedes solucionar, ahora solo concéntrate en no dejarme mal en el trabajo -

- Esta bien, pero cuando comenzaría? -

- Mañana pasaré temprano por tu casa y nos iremos directo a la constructora para que firme contrato y comiences de una vez -

- Esta bien, muchas gracias Iguro, mi familia y yo te estaremos muy agradecidos por esto -

- Si lo que tu digas - termina de comer - Ahora si me voy, debo volver a mi oficina, te veo mañana temprano -

Giyu se despide de Iguro para luego terminar de comer e irse a recoger a su hija.

Luego de todo eso, finalmente Giyu llega a si casa y le cuenta a Shinobu que Iguro le dio trabajo, causando que ella lo abraze de la felicidad.

- Felicidades amor, sabía que Obanai te daría el trabajo - dice efusivamente - Y cuando inicias? -

- Mañana mismo, pero antes de ello nesecito comprarme un traje formal para el trabajo, el que tengo ya está muy viejo - dice Giyu muy feliz, al parecer por fin las cosas podrán mejorar para su familia.

Giyu y Shinobu deciden entonces salir toda la tarde con su hija para celebrar el nuevo trabajo, mientras que Iguro se cuestionaba aún muchas cosas, pero eso lo resolvería al llegar a casa.

Cuando Iguro por fin llega a su casa, es recibido por Mitsuri y su hija, aunque en esta ocacion no las corresponde con un beso y un abrazo, lo cual hace que Mitsuri se ponga algo triste.

- Cariño te sucede algo? - dice algo desanimada - Hice algo que te haga enojar? -

- Lo siento - sacude su cabeza - Solo estaba pensando un poco, nada más - se dirige a ella y le da un beso como disculpa y de paso carga a su pequeña.

- En que estabas pensado? - pregunta para quitarse la duda.

- En Giyu, sabes muy bien que no me siento cómodo a su lado y ahora tendré que verlo todo el día en el trabajo - dice completamente desanimado, ya que si bien accedió a darle trabajo, no se puso a pensar en la tortura que sería verlo todos los días.

- Lo siento - Lo abrazo - Por mi culpa ahora estas peleado con tu amigo, soy una mala persona -

- No, tu no eres mala, nunca digas eso de vuelta - levanta delicadamente el rostro de Mitsuri - Eres una mujer maravillosa y no hay nada que me haga cambiar de opinión - acerca sus labios - Te amo mi amor, nunca lo dudes -

Ante esto Mitsuri llora, lo cual provoca el llanto de su hija.

Madre e hija estaban siendo consoladas por Iguro, quien para él era muy normal hacer eso, ya que ambas solían ser muy emocionales.

Sin embargo el llanto de Mitsuri siempre tenía un dolor mucho más profundo, por el hecho de nunca haberle contado la verdad a su esposo y solo decirle algo a medias, por temor.

Hasta aquí el capítulo, el próximo saldrá el sábado, nos vemos y cuídense.