Buscando Perdón

210 23 10
                                    


Ya era de mañana y Yae se levantaba sobresaltada de su cama al escuchar los fuertes golpes que recibía su puerta, por lo que rápidamente va hacia la entrada y al abrir la puerta, la peli rosa no pierde tiempo e ingresa sin previo aviso al departamento.

- Oye, que haces entrando a mi casa de esta manera - se controla para no perder la paciencia.

- Donde esta? - la mira molesta.

- A que te refieres con eso? - la mira confundida.

- No te hagas, donde se encuentra? - empieza a revisar todo el departamento.

- Oye, no puedes andar por mi casa como si nada - la persigue por toda la casa hasta que la agarra de la mano.

- Entonces dime donde está mi esposo - se suelta del agarre de Yae.

- De que hablas? -

- No te hagas la desentendida y dime donde esta Obanai -

- Para empezar cálmate, Obanai no se encuentra aquí -

- No te creo, hace tiempo que habías puesto tu mirada en él y no voy a permitir que te metas con mi esposo -

- No creo que haga falta hacer eso, tú ya lo perdiste - la mira con un tono burlon - Además, él tendría todo el derecho de tener la oportunidad de tener una verdadera familia -

- Él ya tiene una familia y soy yo y nuestra hija - tenía el ceño fruncido.

- Si claro, una hija que no es suya y una esposa que se acostó con su amigo, vaya familia -

- Acepto que cometí un erro fatal, pero estoy segura que Nagusa es producto de nuestro amor -

- Si claro, bueno ese es tu problema, pero ahora, si no es mucha molestia, te puedes ir de mi casa - señala con su dedo la salida.

- No te quedaras con él, Obanai es y siempre será mi esposo - dicho esto se retira, cerrando con fuerza la puerta del departamento.

Yae al ver que Mitsuri se fue, suelta un suspiro y se deja caer sobre su sillón.

La chica se sentía intrigada por saber donde estaría Iguro, aunque también estaba algo feliz, al parecer ella tendría una oportunidad de poder estar con Iguro.

Mientras tanto, Giyu se encontraba con Sabito y Makomo a punto de desayunar, mas este no tocaba nada, ya que su mente estaba en como poder recuperar a su familia, de alguna manera, aún tenía fe de que todo esto tendría una solución.

- Oye, no piensas comer? - pregunta indignado - No me esforcé tanto con el desayuno como para que me desprecies -

- Cariño no lo molestes, a mi me gustó mucho todo lo que preparaste - dice sonriente Makomo.

- Por ti haría cualquier cosa, sabes que estoy aquí para complacerte, además me veo muy bien cocinando - infla el pecho de orgullo.

- En especial con tu mandil rosado - dice Giyu, causando que Makomo se ría y Sabito voltee a verlo.

- Por lo menos ya hablaste - se contiene para no golpearlo.

- Giyu, ya pensaste que harás - dice preocupada Makomo - Sabes que cuentas con nuestro apoyo -

- Estoy pensando en ir a la casa, quiero ver a mi hija y de paso aprovecho para conversar con ella -

- Estas seguro de ello amigo? - dice Sabito - Ella lucia muy alterada la última vez que la viste -

- Lo sé, pero debe intentarlo, ya pasaron unos días y espero que las cosas se hallan calmado un poco -

- Ya veo, pues buena suerte - dice Makomo - Por cierto Giyu, no es que me entrometa, pero, tu hermana ya sabes de esto? - pregunta, ya que le parecía raro que no haya acudido hasta ahora con ella.

- Solo lo sabe mi cuñado, no quiero que ella lo sepa, esta embarazada y su salud está algo delicada -

- Y en lugar de eso, decidiste acudir a nosotros, con Makomo embarazada, que considerado eres amigo - dice Sabito con un tono burlón.

- Sabito no le digas eso -

- Solo bromeó amor, Giyu sabe muy bien que puede contar con nosotros siempre -

- Gracias amigos, ustedes son un fuerte soporte emocional en estos momentos - le da un abrazo a ambos.

Luego de eso los 3 terminan a de desayunar y Giyu se alista para ir a su casa.

- Quieres que te lleve a tu casa? -

- Creo que esta vez prefiero ir solo, pero te agradezco la oferta amigo, pero me sentiría mejor si te quedas con Makomo, con algo de suerte más tarde los llamaré para decirles que me quedaré por allá - dice tratando de darse ánimos, mientras que sus amigos lo miran con algo de optimismo, aunque en el fondo eran muy escépticos de que Giyu solucione algo hoy.

Giyu se despide y parte rumbo asu casa, con la esperanza de poder conversar con Shinobu.

Mitsuri seguía buscando a Iguro por toda la ciudad, más no podía encontralo por ningún lado.

Mientras tanto, Shinobu se disponía a salir de su casa un rato para hacer algunas compras, ya que eran cerca del mediodía.

- Ya regreso, podrían cuidar de Suki un rato? -

- No te preocupes, nosotros nos encargaremos de la pequeña, además es una niña tan amable, no creo que nos de problemas -

- Gracias, quieren que les traiga algo de la tienda? -

- No te preocupes, estaremos bien y vigilalo por favor -

- No te preocupes, no hará nada mientras yo esté aquí -

- Me ofenden, pero que se le va a hacer -

- Vale, vuelvo en un rato - se retira

Shinobu se dispone a salir, cuando en eso abre la puerta y ve a Giyu delante suyo.

- Qué haces aquí, vete por favor -

- Por favor Shinobu, vine a ver a mi hija - agacha la cabeza.

- Esta bien, esta en la sala, yo me tengo que ir a hacer algunas compras - se marcha rápido, pero Giyu la toma de la mano - Suéltame - quiere llorar.

- También quisiera hablar contigo -

- Por favor suéltame ahora mismo - tenia la voz solloza.

- Por favor, quiero conversar, nada más, solo dame esa chance -

Shinobu sentía como su corazón temblaba, pero tenía que ser firme.

- Cuando regrese, tal vez hablemos - se suelta rápidamente y se va, olvidando decirle a Giyu de sus invitados.

Giyu siente que tenía una mínima chance e ingresa a su casa con algo de ilusión.

- Me pregunto donde estará Suki? - habla para si mismo, extrañandose que Shinobu la dejara sola, ya que ella no es así.

Giyu entonces siente que había personas en la sala y va hacia ahí, aunque entes de llegar siente como si alguien se fuera del lugar, por el ruido de los pasos, más no le da importancia.

En eso llega a la sala y ve algo que no le agrada para nada.

Ve a su hija jugando con Douma y parecía divertirse.

La pequeña al ver a su padre deja de jugar y va corriendo a abrazarlo, mientras el rubio sonríe.

- Vaya, que sorpresa Giyu, no pensé verte el día de hoy - dice sonriente.












Hasta aqui el capítulo de hoy amigos, espero lo hayan disfrutado.

Por cierto, les informo que estaré creando una historia Obamitsu, que en un futuro publicaré.

Sin más que decir nos vemos el Martes con un nuevo capítulo

Secretos  (Giyushino Y Obamitsu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora