Do! - Juantin

1. Golpe de realidad

JUANJO

La semana dos había pasado rápida y al mismo tiempo lenta.
Cada vez estaba más cerca de Martin, o bueno el lo intentaba y yo lo apartaba. No me siento orgulloso de ello, de echo, me sentía una mierda, pero no podía evitarlo, cada vez que se me acercaba se me removia todo y algo dentro de mi me decía que eso estaba mal, muy mal. ¿Que pensarían mis padres si me viesen acaramelado a otro tio? o la gente de mi pueblo. Era impensable.

El problema es que cada vez me apetecía menos estar lejos de el, era como si estando Martin cerca mis problemas desapareciesen.

Fue una semana dura y no por la canción, eso era fácil, lo difícil fue empezar a darme cuenta de que Martin me gustaba. Mentiria si dijera que nunca me había sentido atraído por otro hombre, pero no pasaba de ahí, ni siquiera lo decía en voz alta, solo lo pensaba para mi.
Pero lo de Martin era otro rollo, no era solo atracción, era todo de el, me gustaba verlo imitar a los profesores, escucharlo hablar en euskera, o hablar en general, y sobre todo me gustaba escucharlo cantar, me encanta su voz y su personalidad de bohemio loco por las piedras.

Toda esta situación me superó, no sabía como afrontarlo y acabé haciéndole bastantes feos. Y si no me sentía lo suficientemente mal al reaccionar así contra el, que siguiera a mi lado a pesar de todo, apoyándome en los bajones y animándome si lo necesitaba me hundía en la más miserable mierda. ¿Por qué tenía que ser tan bueno?

Al volver de la gala dos sentí como Salma tiro de mi hacia las duchas.

- ¿Que haces? Que hay croquetas y estes se las comen todas - le proteste ya dentro de las duchas.

- Las croquetas pueden esperar - me dice seria - me vas a decir que coño está pasando con Martin. Ahora.

- ¿Que está pasando de que?

- No te hagas Juanjo, que no soy ciega. Lo miras a las escondidas y cuando el se te acerca lo más mínimo lo apartas o le contestas de malas maneras.

- No es verdad - iba a continuar defendiéndome cuando la puerta se volvió a abrir dejando ver a Naiara.

- ¿Ya se lo has dicho? - le dijo a Salma cerrando de nuevo la puerta.

- Oye ¿esto que es? ¿Un complot contra mi? - les hablé ofendido, lo que sirvió de contestación a la pregunta de Naiara

- Se ha hecho el loco ¿no? - le pregunta a Salma y esta asiente como si yo no estuviese presente.

- Sigo aquí eh.

- Juanjo amor te lo voy a decir sin tapujos, si te gusta un chico no pasa nada, pero como lo sigas tratando así se va a aburrir de estar detrás de ti, se va a ir con otro y después te arrepentirás y será demasiado tarde para recuperarlo.

Las palabras de Naiara dolían, porque tenía razón, en algún momento Martin se aburrirá de mi comportamiento y pasará de estar a mi lado. Pero la coraza que tenía era más fuerte que ese dolor, y no estoy dispuesto a admitir que me gusta.

- Ya, muy bonito todo, la cosa es que no me gusta ningún chico - Naiara y Salma se miraron ante mi comentario y negaron con la cabeza.

- No hay más ciego que el que no quiere ver - suelta Salma - Solo te voy a decir una cosa, las cámaras no nos graban las 24 horas del día y hay sítios donde ni siquiera las hay, por ejemplo aquí, así que eso no te va a servir como escusa para no mostrar lo que sientes.

Dicho esto se marcho, Naiara me dio un beso como de consuelo en la mejilla e hizo lo mismo que Salma.

Una vez solo, apoye mi espalda en la pared y me deje caer al suelo con las palabras de las dos chicas repitiéndose en mi cabeza.

No se cuanto tiempo estuve ahí hasta que escuche abrirse la puerta de nuevo.

- ¿Estas bien? Naiara me ha dicho que estabas aquí - la voz de Martin me hizo levantar la mirada.

- Si, solo..., solo necesitaba pensar un rato.

- ¿Quieres que me valla? - No, no quería que se fuera, quería que estuviera a mi lado.

- No, quédate - las palabras se escaparon de mis lábios sin siquiera pararme a pensar.

Se sento a mi lado y nos quedamos en silencio, pero no un silencio incomodo sino todo lo contrario, me tranquilizaba tan solo con su presencia, con el olor de su perfume.

Sentí como posaba su mano en mi pierna con delicadeza, como si tuviera miedo de que lo apartase de un manotazo. Justo eso fue lo que me hizo hablar.

- Lo siento - Martin puso cara de extrañeza, no se esperaba esto - siento haberme portado como un cabrón esta ultima semana contigo.

¡Holaa de nuevo!
Este capitulo es más que nada para contextualizar en que punto de la historia vamos, espero que os guste mucho :)

Lo siento si hay algún fallo ortográfico :(

Besos 💋