5. La ley del hielo

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JUANJO

Martin no me habla desde que me pillo hablando en las duchas con Bea y Denna, y mi mente no paraba de darle vueltas al asunto.

No entendía porque le había molestado tanto, no dije nada malo, solo lo negue, y ni que fuese mi culpa que creyesen que nos habíamos liado.

La cosa es que ayer a la noche, jugando en la habitación, ni me miraba, después se marchó corriendo sin dar ninguna explicación y esta mañana ni siquiera se ha acercado a mí para saludar. He de admitir que me dolía, ya no solo por no hacerme caso, si no por el echo de que le molestase tanto esa tontería.

Porque tenía que ser ese el motivo por el cual se había propuesto evitarme. No había ocurrido nada que pudiese molestarle más que eso, ¿o sí?

El beso con Denna apareció en mi mente, pero la deseché rápidamente. No podía ser eso. No le podía haber molestado. No tenía sentido.

- Maño que te quedas empanao - Naiara llamó mi atención - que tienes psicologo.

- Joder es verdad - dije mirando a recepción donde estaba Julia esperando.

Me calce lo más rápido que pude y salí hacia la puerta.

La hora con la psicóloga me había dejado un poco bajo de energía, siempre me pasaba cuando trabajábamos con el tema de la autoestima y la confianza en mi mismo, porque aunque no lo pareciera carecía bastante de ellas. Salí de la sala llorando y me encontré con Noemí a la puerta.

- ¿Estas bien? - me preguntó preocupada

- Si si, la psicologa que sales devastado - me reí un poco.

- Venga que te acompaño yo arriba - dijo pasándome un brazo por la espalda.

Llegamos arriba y lo primero que vimos fue a Martin, a Ruslana y a Chiara sentados en la mesa. Noemi se acercó a Martin, mientras yo me quedaba en el sofá,  y lo abrazo desde atras.

-¿Todo bien? - escuche como le preguntó  - te he visto llorando antes, si quieres bajamos.

- No no, no hace falta, solo fue un bajón.

¿Había llorado? Escuchar eso había activado todas mis alarmas. Si antes ya quería hablar con el ahora lo quería aun más.

El problema es que no tenía los cojones suficientes para acercarme a él, o más bien no los tenía para aceptar mis sentimientos hacia él.

Necesitaba hablar con alguien de esto antes de enfrentarme a Martin, y cuando ví a Bea y a Alvaro entrando en los vestuarios mientras se partían de la risa, supe que mi trio Unholy era el adecuado para ello.

Me acerque a ellos y sin dar ninguna explicación los arrastre a uno de los cubículos del baño.

- Creo que me gusta Martin - les solte en cuanto entramos interrumpiendo las quejas de mis dos amigos, que se quedaron muy callados - va, pero decid algo.

- Lo sabía - dice Bea de repente con cara de felicidad.

- Tu y todos amorch.

- ¿Pero porque me lo negaste ayer? ¿Te daba corte admitirlo delante de Denna?

- Yo no negue que me gustase, negue que nos hubiésemos liado, porque no lo hemos hecho, ni lo haremos, creo que Martin se a cabreado por la conversación de ayer.

- ¿Se a cabreado? - preguntó Bea

- No me habla desde ayer a la noche - Alvaro al escucharme se echo a reir.

- A veces eres muy tonto eh - me dijo aun riendo - Martin se cabreo, pero no porque os haya escuchado hablar de el, se cabreo porque le comiste toda la boca a Denna delante de su cara.

Do! - Juantin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora