Epílogo

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Bill se deshizo del muro de espinas y se quito su corona. E invito a dipper a ver cómo había sido el páramo años atrás, cuando el era un niño y su corazón era puro, pues ahora, lo era otra vez.

Pero eso no era todo.

—¡Aquí esta! ¡Aquí esta!—Gritaba el menor de los Corduroy llevando una corona de flores, que con cada paso, tenía menos pétalos.

—Yo quiero llevarla

—Tu llevaste los anillos en la boda de Wendy, es mi turno.

De pronto, Wendy apareció y les quitó la corona a ambos, dándosela a Bill.

Por su lado, Bill sonrió y coloco con suavidad la corona sobre la cabeza de dipper.

—Los reinos se han unido de nuevo.

Tomo a dipper del hombro y dirigió su mirada al público.

—¡He aquí a su reina!

Todos vitoreaban ese día.

Cómo podrás ver, la historia no es como te la han contado; la conozco bien. Pues fui aquel al que llamaron: "El príncipe durmiente".

Miro a su alrededor, y en lo más alto de una de las rocas ahí estaba el, se sonrieron. No necesitaban más para expresar el amor que sentían uno por el otro.

Al final, mi reino no fue unificado por un héroe o un villano, como predecía la leyenda. Sino, por uno que fue tanto héroe como villano.

Y su nombre era: Bill Cipher.

Y su nombre era: Bill Cipher

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 El amor verdadero (Billdip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora