Capítulo IV Primeros Encargos

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Los rayos de la mañana iluminan el prado, abro mis ojos con dificultad y suelto un bostezo al sentarme, el Floovi venía a lo lejos rodando dos manzanas hacia mi.

-¡Buenos días!, gracias por el desayuno-sonreí tomando la fruta y dándole un bocado, sentía como un nudo se formaba en mi estomago estoy nerviosa por el primer encargo, me siento algo inquieta de solo pensarlo, acarició al animal con la esperanza de calmar ese sentimiento mientras termino mi manzana.

Tomo mi bolso, sacudo mis prendas al levantarme del suelo y cargo al Floovi en mi mano junto a su manzana, mientras camino al pueblo el podrá terminar su desayuno.

El pasto sonaba bajo mis pisadas y las hojas de los arboles danzaban al compás del viento, camino por el prado hasta el pueblo Lion esperaba paciente en el arco de la entrada, alzo mi mano en forma de saludo y una sonrisa se extiende por el rostro del castaño.

-Buenos días estrellita-Enunció con su típica sonrisa-Buenos días bolita-saluda al Floovi el cual como respuesta solo le meneo la cola.

-¡Buenos días Lion! Veo que madrugaste-respondo mientras entrabamos al pueblo de camino directo al gremio.

-Así es, quería madrugar para poder esperarte-admite a lo que suelto una risita, siempre sorprendiéndome.

-¿Sabes qué encargos podremos hacer?-pregunto curiosa mientras doblamos en una esquina.

-Mmm...Seguro de recolección y esas cosas, supongo, no suelen ser encargos difíciles para los que recién se unen-subíamos las escaleras del gremio, él abre la puerta para que pase primero y luego entra tras de mi.

Nos acercamos al gran tablero en la pared, todos los encargos estaban divididos ordenadamente por categorías, buscamos la nuestra y comenzamos a ver que los encargos en su mayoría eran buscar leña o flores hasta que uno llama la atención de Lion y me lo muestra.

-Mira es un encargo de Tanika-mis ojos brillaron al oír el nombre de ella. Era grandioso, este encargo podría hacerlo como devolución por la ayuda del otro día.

-¿La conoces?-pregunto curiosa claramente la conocía si no, no hubiera dicho su nombre.

-Claro que si, tantas veces tuvo que curar las heridas que me hice con la ballesta-comentó rascando su nuca-Shion me contó que el otro día la conociste así que creo que es el mejor encargo para empezar-sonríe, asentí contenta la emoción fluía por mis venas, según lo que el papel decía teníamos que ir a hablar con ella para más información del encargo.

Me da el papel y lo guardo en el bolso, salimos del gremio en dirección a la tienda de Tanika.

-¿De qué trata el encargo?-pregunto curiosa mientras caminábamos, el Floovi se había subido al hombro de Lion para tener mejor vista.

-Creo que es buscar una planta o algo así-responde llevándose una mano a la barbilla.

¿Una planta?, ¿será para algún nuevo medicamento?, al llegar a la tienda, sonó la campana de la entrada y Tanika salió de una habitación sacándose el delantal de la cintura, se colocó detrás de la barra con una sonrisa adornando su rostro.

-Pero si son mis niños ¿Cómo están? ¿te encuentras mejor?-pregunta con dulzura al verme mientras coloca sus brazos contra la barra.

-Si mucho mejor Tani-le devuelvo la sonrisa acercándome al mostrador, Lion la veía detrás de mi.

-Oh Lion me alegra verte también ¿Cómo te encuentras? ¿Tus cicatrices han sanado?-ahora voltea al castaño con curiosidad, él le regala una tranquila sonrisa.

Astard I Las Tierras PrometidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora