Decir te Amo (Sebastián Michaelis) Temporada 2

Capitulo 20: El vals bajo la luna roja

Narra Katherine:

Papeleo terminado...pero me esperaba mas por delante, lo bueno es que en la carta que mama le escribió a Sebastián, decía que vendría Daisy de visita en unos dias,eso me alegro mucho ya que hace tiempo no nos vemos. Tengo a Mey-rin para charlar, solo que a veces se pone nerviosa, pero me agrada, según escuche por parte de Tanaka,cuando Mey-rin se quita los lentes es otra persona totalmente opuesta a lo que es, impresionante.

Ya siendo la mañana siguiente, me encuentro con Sebastián desayunando en una mesa que había en nuestra habitación, atendió a Bocchan como todas las mañanas y después de eso vino con una bandeja para tomar el desayuno aquí, todavía quedaban papeles por completar, con uno en mano, andaba tan concentrada que no le prestaba atención al desayuno.

"Desayuna primero amor, después nos ocupamos de lo que quedo".-Dijo Sebastián sacándome de mis pensamientos.

Deje el papel en la mesa y lo mire.

"Tienes razón Seby, esto del papeleo me inquieta".-Respondí apenada, tomando un poco de te.

Sebastián también desayunaba aunque dice que nunca lo intento pero mírenlo ahora, cómo siempre cocino lo que me gusta, ¡Pasteles! Sonriente comía cada pedazo, por suerte para mi la comida humana no me hace engordar, si no ya estaría rellenita.

"¡Delicioso como siempre chiquito!".-Dije emocionada mirándolo.

"¿Chiquito?".-Pregunto sonriente.

¡Ups!,se me escapo otros de los apodos que le digo a sus espaldas.

"Me refiero a la taza de te".-Dije sonrojada de vergüenza mirando a otro lado.

Sebastián picaron se acercaba hacia mi con una gran sonrisa.

"No te avergüences, repite lo que dijiste amor".-Respondió atrayéndome hacia el.

"Te dije chiquito".-Dije mirándolo de a poco.

Apartándolo me levante de la silla y empecé a retroceder, el me seguía sonriente, hasta que choque contra la pared, puso sus brazos en posición para que no pueda escapar, ¡estaba atrapada!.

"Cuentame,no huyas de mi, mi princesa".-Dijo sonriente.

"Es otro apodo que te digo, en privado...".-Respondí sonrojada.

Acercaba su cara hasta estar a centímetros de la mía.

"Pero no te lo dije, porque pensé que te enojarías".-Dije apenada.

Sentí un beso en mis labios.

"No me enoja, me parece adorable".-Respondió sonriente.

"¿En serió?".-Pregunte sorprendida.

"Si".-Dijo sonriente.

Tomó mis muñecas y las puso contra la pared atrás de mi para que no escapara y me beso apasionadamente.

"Quee..".-Dije entrecortado.

"Me estas invitando con esos hermosos ojos tuyos".-Respondió picaron.

Estaba lamiendo mis labios pidiendo lo obvio, yo los abrí inconscientemente, nuestras lenguas estaban jugando, el beso se iba haciendo cada vez más intenso, el apretaba un poco mis muñecas.

Se separo y empezó a besarme el cuello.

"No me contendré, así que prepárate".-Dijo con una sonrisa malvada.

Empezó a bajar los besos de mi cuello a mi pecho, soltó una de mis muñecas, rápidamente agarro con su otra mano las dos muñecas. Empezó a lamer uno de mis pechos y con la mano empezó a masajear el otro, se sentía demasiado bien, el deseo se había apoderado de mi.