Capitulo 3: Recuerdos Dolorosos

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Narra Katherine:

Me encontraba en un extenso jardín de rosas negras, acostada sobre las mismas, me levante y me acomode un poco el vestido, mire a la luna, estaba llena, el hermoso cielo nocturno, empeze a caminar en búsqueda de Sebastián, camine por un rato, llegando a un callejón sin salida, no había rastros de el.

"Hija mía".

Una voz me saco de mis pensamientos, ¿me estaba llamando ami? Corrí en dirección hacia la voz, me condujo hacia un quiosco donde había un sillón rojo, sentado sobre el mismo había un hombre, un momento el era...me acerque mas para ver al hombre de cerca, al verlo me quede atónita, era mi padre Magnus, el me miraba sonriente, y extendió sus brazos, sin dudarlo dos veces con lagrimas en mis ojos corrí hacia el, fundiéndonos en un abrazo cálido.

"Hola hija mía".- Dijo sonriente.

"Padre eres tu".- Respondí mirándolo a los ojos con lagrimas, el puso su mano en mi cara, limpiando mis lagrimas.

"Dime papa hija".- Dijo feliz, y nos sentamos en el sofá.

"Papa por fin estamos juntos".-Respondí feliz.

"Tenemos tiempo para conversar hijita,¿como andas con tu madre?".-Pregunto, a lo que sonreí.

"Ya andamos mejor, hicimos varias cosas juntas".- Respondí contenta.

"Me alegro mucho hija".- Dijo.

Me acerque un poco hacia mi padre, y me abrazo.

"¿Me contaras sobre ese hombre que anda contigo?".- Pregunto con una sonrisa, me sonroje por su pregunta, pase una mano por mi cabello nerviosa.

"Es Sebastián, mi esposo".- Respondí sonrojada de vergüenza, mi padre puso una cara enorme de felicidad.

"Ahora tengo yerno, que bien, cuéntame sobre el".-Contesto eufórico.

"Es un demonio, es mas grande que yo y....antes era mi mayordomo".-Dije mirando hacia otro lado por lo ultimo, se quedo pensativo pero feliz me abrazo fuerte, me sorprendí por esto.

"¿No estas enojado de que no me haya casado con un noble?".- Dije sorprendida, a lo que negó con la cabeza.

"Claro que no hija, si te hace feliz, es suficiente para mi".-Respondió feliz.

"Gracias papa, me gustaría que estuvieras vivo, esto es solo un sueño".-Dije apenada.

"Lo se, ami también, pero podemos hablar siempre cuando sueñes conmigo".-Respondió sonriente.

"Te quiero papa".- Dije triste.

"Y yo te quiero ati hija".- Respondió triste, nos fundimos en un ultimo abrazo y desperté.

Estaba en mi cama abrazada a Sebastián después de que estuviéramos haciendo el amor, el tenia sus brazos alrededor de mi cintura, moví sus brazos y me estire, me toque la cara, sentí lagrimas en la misma, soñar con mi papa siempre me provocaba lagrimas, Sebastián abrió los ojos.

"Buenos días mi amor".-Dijo sonriente.

"Buenos días Sebas".- Respondí tratando de mirar hacia otro lado para que no viera mis lagrimas.

"¿Te paso algo?".- Dijo preocupado, se levanto un poco y puso su mano en mi mejilla.

"Estoy bien, no te preocupes".- Respondí sonrojada, el no me creyó, con sus manos, voltio mi cara, y me miro.

"Estuviste llorando, sabes que puedes contarme para sentirte mejor".- Dijo limpiando mis lagrimas.

"Soñé con mi padre".- Respondí apenada, Sebastián me tomo en sus brazos.

"Puedes desahogarte conmigo mi amor, yo limpiare tus lagrimas que te causan dolor".-Dijo abrazándome fuerte, yo solo me deje llevar en sus brazos.

"Hoy es el día de su muerte".-Respondí con lagrimas en mis ojos, y enterré mi cara en su pecho.

"Tranquila, no pienses en nada, estemos así juntos el tiempo que necesites".- Dijo con una breve sonrisa mirándome a los ojos. Hice caso a sus palabras, nos quedamos abrazados un buen rato, nos separamos y me limpio las lagrimas que me quedaban, me levante de la cama para vestirme y Sebastián hizo lo mismo, corrí hacia el y lo abrase, me correspondió el abrazo.

"Quiero estar un rato sola Sebas".- Dije mirándolo a los ojos.

"Tomate el tiempo que necesites mi amor".- Respondió con una breve sonrisa, y me dio un beso en la mejilla.

Sali de mi habitación para tomar un paseo por el palacio, hasta que me tope con los cuadros de mi familia, busque con la mirada el cuadro de mi padre, había varios cuadros, en uno estaba con mi madre, y en el otro estaba solo, algo curioso, después de que me case con Sebastian,pintaron un cuadros sobre nosotros dos, al recordar eso me puse feliz, me quede observando el cuadro de mi padre, no me importaba que los sirvientes me vean así sabiendo que día es hoy.

"Me haces falta papa".-Dije susurrando esperando a que no se escuchara, para calmarme un poco fui hacia la cocina, pedí que me trajeran un vaso de jugo de sangre, después de eso, me retire de la cocina, y me senté en un sofá del pasillo, me quede pensativa, quería saber mas sobre mi papa, la respuesta estaba en la biblioteca, sin pensarlo mucho fui caminando hacia ella, abrí la puerta de la misma, vi a alguien acomodando unos libros, era el bibliotecario Hugo, camine hacia el.

"Hola Hugo".- Dije, el volteo sorprendido.

"Princesa, que bueno verla por aquí".- Contesto contento, tomo mi mano y le dio un beso.

"¿Como estas?".- Dije feliz.

"Muy bien, ¿necesita algún libro?".- Pregunto.

"Si, necesito libros sobre...mi padre".- Respondí con la cabeza baja. Hugo me miro preocupado, pero no quiso insistir.

"Se los traigo en un santiamén".- Dijo y se retiro en su búsqueda.

Al cabo de unos minutos llego con cuatro libros, le agradecí por los libros y me retire, fui hacia mi habitación, Sebastián no estaba, la noche estaba al caer, me senté en el sofá y deje los libros en mi mesita de luz, me acorde de que tenia una carta de mi difunto padre, rápidamente me levante y fui a buscarla, la había dejado adentro de mi armario escondida en una caja, era una carta que nunca me había atrevido a leer, pensando en eso mientras volvía al sofá, me la había dado mama hace unos años atrás.

"Flashback".

"Hija, ten esta carta".- Dijo tendiéndome la carta con su mano.

"¿De quien es?".- Respondí curiosa, soltó un largo suspiro.

"Es de tu padre, te la dejo antes de morir, léela cuando estés lista".-Dijo triste.

"Fin del Flashback".

Abrí el sobre, y empecé a leer la carta.

Querida hija.

Si estas leyendo esto significa que ya no estoy vivo, no podre verte crecer, pero se que hay gente que te quiere y te cuidara por mi, siempre estaré contigo, cada vez que veas la luna, cada vez que mires las flores, me hubiera encantado criarte, sonreír juntos, jugar juntos, me puse muy feliz cuando tu madre me dijo que estaba embarazada, y tuve el presentimiento de que era niña, y tenia razón. Hija mía, cuídate mucho, me alegra mucho tenerte de sucesora.

Te quiero mucho

Papa.

Las lagrimas me salieron otra vez, llore fuerte con la carta en mis manos.

"¿Mi amor?"

Voltee para ver quien era, era Sebastián, se acerco hacia mi, se sentó en el sofá y me abrazo fuerte.

"Es un día muy duro para ti".- Dijo triste.

"Lo es".- Respondí enterrando mi cara en su pecho.

"Quedémonos así, toda la noche".- Dijo Sebastián, lo mire a los ojos, me tomo de la barbilla y nos fundimos en un beso, después del beso nos quedamos abrazados, me dormí en sus brazos.

Continuara....

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Decir te Amo (Sebastián Michaelis) Temporada 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora