Quería verle, por eso decidí dejar de buscarle en los lugares que nunca le he visto, dejar de esperar una casualidad donde la vida hiciera coincidir nuestros caminos el mismo día y hora.
Quería verle, así que busqué la forma de poder hacerlo, por lo que envié un mensaje con una invitación amistosa.
Media hora, no hay nuevo mensaje.
Hora y media, abandono el celular lo más lejos posible.
Doce horas y por fin recuerdo que el silencio también es respuesta.
2023
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Caramelos de menta
PoetryÉl tiene en sus ojos el cielo nocturno, con un millar de brillantes estrellas... pero sin luna. En su sonrisa el amanecer y en sus bolsillos caramelos de menta. Inesperadamente se coló en mi corazón; arregló algunas cosas, rompió algunas otras y al...