𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐑𝐎𝐂𝐊 ― Viva and Barb

XIV

— ¿Podemos hablar de lo que acabo de pasar?

Ya habían pasado varios minutos. Las dos estaban paradas al frente de la casa de la rockera. Viva cubría su cara con sus manos y Barb se aseguraba de que la rubia no se pusiera a llorar en cualquier momento; no era buena dando apoyo emocional.

— Perdoname. — Habló la rubia después de varios minutos de silencio.

— ¿Por qué te disculpas?

Viva dejó de cubrir su rostro; parecía como si en cualquier momento fuera a llorar.

— No lo entiendo, no hiciste nada malo.

— Claro que hice algo malo. No sé cómo se me ocurrió esa estupidez. Ni siquiera pensé en cómo te sentirías. De verdad, soy idiota.

— Deja de tratarte así, no mataste a nadie. Solo fue un beso. — Se cruzó de brazos, mostrándose seria.

Claro que no era solo un beso para la pelirroja. Se había sentido como algo que había deseado durante años, y podía admitir con mucha seguridad ue le gustaba Viva.

— Es que me atraes, y me olvido de todo cada vez que estoy contigo. Hice eso solo para ver qué sentía.

— ¿Y que sentiste?

El corazón de Barb empezó a latir un poco más rápido de lo normal. La respuesta de la rubia le podría afectar de una forma buena o mala.

— No lo sé, no logré descifrarlo totalmente. Necesito tiempo para asimilarlo. — Viva se humedeció los labios. Quería salir corriendo, hacerse bolita y no hablar con nadie por 5 semanas

Barb suspiró. Estaba conteniéndose de decirle a Viva que por qué no volverlo a intentar, pero la comodidad de la rubia era más importante que sus deseos.

— Déjame llevarte a Villa Pop, ya es muy tarde para que andes sola.

Sin esperar una respuesta de la rubia, la pelirroja literalmente la arrastro.

Era incómodo, muy incómodo. Estaban paradas ahí al frente de la casa de Viva desde hace unos minutos, sin saber qué hacer próximamente. No sabían si despedirse, si simplemente irse sin decir nada o quedarse ahí paradas.