Viva reconocía el atractivo que tenía Barb pero Barb no le parecía nada atractiva Viva, ella era pegajosa y muy dulce para su pesado rock.
sus respectivos créditos al autor de el dibujo de la portada.
fanfic by mymmila
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Viva se encontraba en el regazo de Barb, habían tenido una sesión de besos más larga de lo que se suponía que tenía que durar una sesión de besos.
Los besos de Barb bajaron hasta el cuello de Viva, a la vez que dicha pelirroja quitaba la camisa de la rubia.
Viva se sostenía de los hombros de Barb, ya que lo que sea que le causara la situación actual hacía que no pudiera mantenerse completamente estable.
Barbara trazaba patrones imaginarios en todo el abdomen de Viva, mientras las manos de Viva recorrían todo el cuerpo de la contraria.
Barbara hizo presión en la nuca de Viva, a la vez que profundizaba el beso. Pausó por un momento para tomar aire, pero de inmediato volvió a besar a la rubia.
Las manos de Viva se movieron rápidamente hacia la camisa de la pelirroja, quitando dicha prenda con rapidez.
Ni siquiera recordaba como habían llegado a la situación actual.
La rubia suspiró al sentir como la pelirroja deslizó su mano hacia sus bragas, bajandolas cuando toco el dobladillo de esta misma.
Barb mordió el labio inferior de Viva a la vez que estimulaba el punto G de dicha rubia.
Sus labios no se habían separado en casi una hora, lo más probable es que estuvieran hinchados, pero ¿acaso eso importaba ahora?
La mente de Viva estaba nublada por el placer que sentía en ese momento, y se nubló aún más cuando sintió los dedos de la pelirroja adentrándose en su interior.
Barb solo se concentraba en el placer de su novia y en cumplir cualquier petición que está misma tuviera.
La rubia estaba literalmente ahogando sus gemidos, ya que Barb se había encargado de que sus labios no se separaran por ningún instante. No había razón para preocuparse, ya que nadie podía escucharlas en ese momento.
La pelirroja movió sus dedos más rápido, con su mano libre sostenía a la contraria por la cadera. Dada la posición actual, le resultaba difícil moverse con soltura y apenas tenía la fuerza para sostener a su novia.
Los besos de Barb descendieron de nuevo hacia el cuello de Viva, permitiéndole gemir con libertad. El labial carmesí de Barb volvió a quedar impregnado en la piel rosada de Viva.
Viva finalmente alcanzó el orgasmo, acompañado de varios escalofríos que recorrían su espina dorsal.
La rubia reposó su cabeza en el hombro de la contraria, su respiración estaba evidentemente agitada.
— No creas que he terminado contigo, princesa.
Esto iba para largo.
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