XXIII

84 11 4
                                    

Ya era una costumbre que la rubia durmiera todas las noches en la casa de la pelirroja o viceversa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ya era una costumbre que la rubia durmiera todas las noches en la casa de la pelirroja o viceversa. Esta vez era el turno de Viva de dormir en la casa de Barb.

La rubia suspiró varias veces frente al gran espejo que la rockera tenía en su habitación; su reflejo realmente le disgustaba.

— ¿Por qué suspiras tanto? — Se quejó la pelirroja. — Me desconcentras.

— No lo sé. — Suspiró de nuevo a la vez que trataba de arreglar su cabello. — Me siento rara ¿sabes?

— Siempre te sientes rara, Viv.

Viva hizo una mueca; esta vez se sentía diferente. No era como las anteriores veces que se sentía rara y se le pasaba al rato; sentía que esto iba para largo.

— No me gusta mi reflejo. — Barb, que desde que inició la conversación estaba concentrada en su libreta, miró a su novia. — No me siento linda.

— ¿Qué? — Frunció el ceño. — Repite lo que dijistes.

— Sabes que odio cuando dices eso.

Barbara se levantó de la cama, se acercó a Viva y la abrazó.

— Te lo he dicho varias veces. — Dijo Barb. — Eres la troll mas linda que han visto mis ojos.

— Pero yo no creo esas palabras... — Viva parpadeó varias veces tratando de que las lágrimas ya acumuladas en sus ojos no salieran de allí. — Siempre me pregunto: ¿Es verdad lo que dices? ¿De verdad piensas que soy linda?

— Maldita sea Viva, le puedes preguntar a todos los trolls del universo si eres linda y te dirán que sí de inmediato. Preferiblemente no lo hagas.

Viva rió.

— ¿Por qué preferiblemente no debería hacerlo? — Preguntó divertida con una ceja alzada.

— Es que después se quieren comer mi torta.

— Nunca entendí eso. — Dijo la rubia con confusión aún mirando su reflejo. Era increíble como su seguridad se había ido en picada solo por verse en un espejo.

— Tú sabes. — La rubia negó con la cabeza. — Me da pereza explicarte.

Viva rió de nuevo.

— Retomando el tema principal, eres increíblemente hermosa. — Barb suspiró. — No sé cómo expresarlo con gestos para que me creas, pero te lo digo de verdad; ¡Pareces un maldito ángel!

Viva sonrió, y aunque aún no creyera sus palabras ya que tenía, como su hermana menor decía, "esos días", era realmente bonito cómo la pelirroja trataba de animarla cada vez que se sentía mal. Era un poco gracioso a la vez, ya que cuando se conocieron, Barb trató de la peor manera a Viva, y así había sido por varias semanas, hasta que Barb se adaptó a la personalidad de Viva.

𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐑𝐎𝐂𝐊 ― Viva and BarbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora