"El nuevo mundo"_ Apocalipsis [MYG & KTH]

Capítulo 4

Horas más tarde YoonGi abrió lentamente sus ojos al sentir los leves rayos de luz que se filtraban por el lugar, preguntándose cómo había podido dormir por tanto tiempo hasta el amanecer. Se estiró un poco y al ponerse de pie buscando con la mirada al chico raro, lo vio en una esquina dormido y pensó que de esa manera se veía mejor, sin decir una locura tras locura. Inconscientemente sonrió al recordar el comportamiento sin sentido de ese muchacho y ladeó la cabeza en negación.

Aprovechó para comer algo y beber agua, para así ganar más energías, al terminar caminó hacia la puerta, vio por la mirilla y comprobó que ya no había tantos caminantes como en la noche. Justo cuando comenzó a caminar hacia el chico bonito, metió una de sus manos en su bolsillo topándose con un papel que antes no estaba, lo sacó y desdobló y sonrió levemente al ver el dibujo.

-Está mucho mejor...

Habló en un tono bajo y al llegar hasta el castaño lo movió un poco con su pie para despertarlo, debían aprovechar este momento antes de que volvieran los caminantes.

-A levantarse, niño bonito... debemos irnos ya.

Luego de sacudirlo levemente y hablarle en un tono alto para despertarlo, se dirigió a su mochila y comenzó a guardar comida, agua y entre otras cosas que fueran de utilidad.

TaeHyung despertó y se sentó algo desorientado mientras frotaba sus ojos.

-Buenos días... y no soy "niño bonito" es TaeHyung, Kim TaeHyung.

El castaño abrió su mochila para revisar su contenido y suspiró al ver su agenda dentro. Empacó algo de comida despacio y sin fijarse demasiado en las provisiones que iba metiendo en su mochila después de un largo bostezo la acomodó en su espalda.

-Sí, como sea... no me interesa tu nombre, "niño bonito"

Min esperó a que el chico terminara de prepararse y luego se colocó su mochila, tomó su katana y se colocó frente a la puerta de salida.

-Ya estoy listo... ¿tienes algún plan o prefieres improvisar?

Habló Kim mientras caminaba hacia el más bajo.

-No hay ningún plan, todo en estos tiempos es aleatorio, si ves pocos caminantes avanzas y si puedes los combates... si hay muchos, solo evítalos, así como evitar hacer mucho ruido, eso los atrae en demasía... bien, y también evitar una mordida, eso es letal... bien, abriré la puerta.

-No es necesario el discurso, conozco las reglas de este juego... y me encantan.

YoonGi abrió lentamente y con cuidado la puerta, se veían algunos no-vivos en el suelo y otros caminando por el lugar, los más cerca se percataron de la presencia de ambos chicos, lo que hizo que se les abalanzaran enseguida.

Sin dudarlo tan siquiera un segundo y con mucha seguridad, el peliverde blandió su katana en hábiles y precisos movimientos, rebanando las cabezas de esas bestias una, por una. En lo que el otro también luchaba y se iban abriendo paso hasta ir avanzando.

Kim no se quedaba atrás, daba golpes certeros con su bate haciendo que diminutos fragmentos de sesos salieran volando por el aire, brillando bajo la luz del sol. Sonreía con cada golpe y sus ropas se llenaron de salpicaduras. Estaba feliz de poder ver al dueño de la katana en acción, tenía mucho que escribir.

Uno por uno cayeron los cuerpos putrefactos y el menor jadeó tratando de recuperar el aliento cuando todo terminó.

Luego de lograr salir de aquella zona, se encontraban en el interior de un edificio casi en ruinas mientras descansaban un poco de la intensa pelea que habían tenido hasta llegar allí.

-Eres un experto... manejas muy bien la katana, no lo voy a olvidar... en fin, creo que ya no tenemos nada que hacer aquí... ¿Ahora si tienes un plan?

Habló muy casual el más alto mientras veía al pálido.

-Sí, tengo uno... seguir mi camino muy alejado del tuyo.

YoonGi le sonrió forzadamente y luego su semblante se volvió inexpresivo nuevamente, sin decir más nada y dando por finalizada la conversación, se puso de pie tomando sus cosas y comenzó a avanzar para alejarse del chico aquel, no sin antes desearle buena suerte y emprender su camino.

Sin mirar atrás caminó un poco hasta sentir unos gritos provenientes de un lugar cercano, eran gritos de una mujer... sin dudarlo comenzó a correr en esa dirección, ya que intentaba siempre ayudar a personas en peligro si podía hacerlo... finalmente llegó lo más rápido que pudo, topándose con la escena de una mujer abrazando a una niña pequeña mientras estaban encima de una camioneta y rodeadas de caminantes.

No perdió un segundo y sosteniendo su katana con firmeza, comenzó a luchar contra esos zombies que afortunadamente no eran muchos, logrando así rescatar a aquella mujer y a la niña. Una vez que las ayudó la mujer le explicó que se separaron de su grupo para buscar comida y no habían logrado volver, el peliverde conmovido por ellas, abrió su mochila entregándoles prácticamente todo lo que tenía de comida y agua, cosa que no le importó en lo más mínimo, incluso le regaló una piruleta a la pequeña niña que estaba llorando y le sonrió un poco para calmarla. La mujer le agradeció y le dijo que no estaban muy lejos de su refugio, por lo tanto, no tendrían problemas ahora con regresar gracias a él. Así fue, Yoongi se quedó viendo la silueta de ellas dos a lo lejos mientras soltaba un sonoro suspiro.

Por otro lado, TaeHyung estaba decidido, había tomado un par de notas en su agenda y no pararía hasta completar su estudio. No contar con la autorización del chico realmente no era un problema. No dijo ni media palabra cuando el peliverde se despidió, incluso obviando al que era su acompañante anteriormente y sin importarle si aún seguía en aquel edificio donde lo había dejado, siguió al otro chico durante todo el día a una distancia prudente; y no se molestó en ocultarse para garabatear un par de dibujos del más bajo utilizando la katana. Se acercó lo suficiente cuando el otro lanzó tan profundo suspiro.

-Vaya... haciendo cosas de héroe, siento que no me equivoqué contigo. ¿Te molestaría hacer otro acto heroico y aliviar el peso de mi mochila?

Min volteó a ver con molestia a aquel chico, por alguna razón no le impresionó que siguiera detrás de él, al parecer iba en serio con sus disparatados planes... si pensaba joderlo, lo iba a ignorar, quizás de esa manera se cansaría más rápido.

-Pídele a un caminante que te haga el favor y de paso dejas que te coma y me haces uno a mí.

Volteó los ojos y continuó su camino, planeaba llegar cuanto antes a su refugio y seguir con su objetivo. No debía perder ni un solo minuto más, simplemente no podía darse ese lujo.

Así es que fue abriéndose paso matando a todos los caminantes, obviando la parte en la que aquel loco, pero jodidamente guapo chico se le reprendía como una garrapata en todo momento y no dejaba de anotar cosas en su cuaderno, ignoró totalmente su presencia y un rato más tarde llegó a un apartamento en altos, el edificio estaba bien cerrado por fuera, y dentro no había ningún zombie, ya que se había encargado de limpiarlo y no atraerlos. Al entrar al lugar lanzó su mochila casi vacía al sofá, en la que había dejado algunas pocas cosas, se dirigió al baño para limpiarse un poco y cambiarse esa ropa sucia y llena de sangre infestada.

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