『12』

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AMY

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AMY

La hermana de Nicky la estaba esperando de brazos cruzados, y Rouge se detiene frente a ella poniendo la mano en su cintura.

— Sonia The Hedgehog. —pronuncia su nombre con un tono burlón.

— Rouge The Bat. —ella hace lo mismo.

De un momento a otro, se sintió la tensión que emanaban ambas, era palpable. Se miraban con lo que parecía ser rencor, estaban echando chispas, literalmente. Estoy confundida, ¿qué pasa?

— Es un milagro verte aquí, estaba convencida de que no asistirías a mi boda por más que te haya invitado.

— No creí que te casarías con él algún día... —Sonia sonríe de lado, levantando una ceja.

— Bueno, cosas del destino. Todos podemos cambiarlo a nuestro gusto, ¿verdad? —Rouge levanta los hombros y también le sonríe.

— Ja, supongo que tienes razón. Estoy muy feliz por ustedes. Les deseo una próspera vida juntos. Y lo más importante, Rouge, ¿sin rencores? —todos miramos a Sonia con sorpresa, ¿de qué hablaba?

— Te lo agradezco, querida. Sin rencores.

Unieron sus manos en una alianza, estrechándolas con fuerza para después darse un fuerte abrazo, el ambiente se tranquilizó. Ambas sonreían y frotaban sus espaldas, ¿de qué hablaban? si alguien llegaba a explicármelo, estaría muy agradecida, porque realmente no estoy entendiendo nada.

— Vaya, quien lo diría —el recién casado se había colocado al lado mío y ni me percaté.

— Me debes una explicación de esa situación, ¿cómo es posible que sea tu hermana, pero no sepa el contexto?

— Es algo largo de explicar, tal vez te lo cuente mañana. Debes disfrutar de la fiesta, princesita. —comenzaba a alejarse poco a poco, me percaté que Sonia y Rouge ya se habían separado y no estaban por ningún lado.

— ¡Pero es tú boda! —grito un poco al ver que ya había tomado cierta distancia.

— ¡Y tú mi invitada de honor!

Logro escucharlo entre la multitud en la que se mezcló, a lo lejos veo que se había encontrado con su ahora esposa y hablaban alegremente de sabe Dios qué cosa. Fui a una de las mesas en la que estaba sentada, por el momento no hay nadie aquí ya que están bailando hasta el piso, y mientras yo aquí rogando para que el hombre que me tiene a sus pies no se encontrara cerca, pero lastimosamente, la suerte no estaba de mi lado, como casi en todos los días de mi vida. Nicky hablaba alegremente con gente de alta sociedad, se notaba a simple vista por la manera en cómo se comportaban y expresaban tan "refinadamente". Estuvieron así por un buen rato hasta que noté su semblante realmente aburrido, dio fin a su charla disimuladamente y comenzó a caminar hacia las mesas en donde estaba sentada.

𝑬𝒍 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒅𝒆𝒍 𝒂𝒑𝒂𝒓𝒕𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒐 𝟓𝟏𝟐 | SonamyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora