Survival (Crossover TWD&TVD - Delena)

Capítulo 4

La noche pasada habían dormido muy poco y se habían levantado nada más salir los primeros rayos de sol para abandonar aquel vecindario cuanto antes, por lo que era normal que caminasen despacio y cansados, pero Elena se dio cuenta de que Damon iba más lento de lo habitual y su rostro palidecía cada vez más.

-¿Estás bien? –le preguntó ella preocupada, intentando tocarle la frente para comprobar que no tenía fiebre.

-Perfectamente –respondió el chico rápidamente apartándose de Elena antes de que esta le tocase-. Tenemos que continuar.

-Deberías descansar, no tienes buena cara.

-Ya he dicho que estoy bien –protestó Damon, retomando la marcha con demasiada energía, tanta que estuvo a punto de perder el equilibrio al sentir una fuerte punzada de dolor en el estómago.

La joven Gilbert, percatándose de esto, actuó con rapidez y le levantó la camiseta Damon.

-Dios mío... -murmuró ella tapándose la boca al ver la herida que tenía el chico en el pecho-. ¿Cómo te has hecho esto?

-El capullo del cuchillo...

-Tienes que curarte esto antes de que se infecte.

-Ya me encargué anoche.

-Cuando llevaste los cuerpos a la despensa –comprendió Elena, quien se extrañó en su momento que el chico se hubiese demorado tanto en eso-. No se te da muy bien eso de coser –le regañó al ver la chapuza que Damon había hecho intentando cerrar su herida.

-Tampoco es que tuviese nada mejor con qué cerrarla. Y ahora, ¿podemos seguir nuestro camino?

-¿Estás loco? No podemos seguir, no estando tú así. Todavía no hemos visto ninguna farmacia por aquí, lo cual con suerte significa que estamos cerca de alguna. Iré a buscarla y te curaré como es debido.

-Tú no vas a ir a ninguna parte sola –negó él en rotundo.

-Como prefieras, señor "soy tan cabezota que prefiero morirme desangrado antes que parar a descansar"...

Por insistencia de Elena, la pareja de supervivientes comenzó la búsqueda de una farmacia pero, antes de poder encontrar una, una tormenta se les echó encima y se vieron obligados a buscar refugio en una casa cercana.

Nada más entrar en la casa y una vez comprobado que era segura, Elena fue rápidamente al baño con la esperanza de encontrar allí un botiquín con vendas o cualquier cosa que le sirviese para curar a Damon.

-Túmbate en la cama -le ordenó ella al chico, quien bebió un largo trago de la botella de Bourbon que Elena le había traído de la cocina.

Para limpiar la herida, la joven Gilbert roció el pecho de Damon con Bourbon, lo cual le escoció muchísimo a este aunque no quisiera reconocerlo.

-Esto va a doler un poco –le advirtió ella analizándole la herida.

-Hazlo sin más.

Tras dejarle beber un nuevo trago de alcohol, Elena se dispuso a quitarle el cable que este utilizó para cerrarse la herida, para así sustituirlo por hilo.

-¿Es la primera vez que coses una herida? –preguntó Damon cuando la chica ya estaba casi terminando-. Porque se te da muy bien.

-Estaba estudiando medicina cuando el mundo se vino a bajo –le explicó ella sin retirar la vista de su trabajo, sin que su pulso se alterara ni por un momento-. Curar una herida es algo que te enseñan casi nada más entrar.

-Así que eres mi doctora particular, ¿eh? –bromeó él divertido-. Qué suerte la mía.

-Suerte tendremos si esto no se infecta –dijo Elena muy preocupada por el mal aspecto de la herida.