Capítulo 5

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Como Damon llevaba tiempo temiéndose, tuvieron que dejar las caminatas por las ciudades y meterse por carretera, las cuales no sabían cuáles serían seguras o, al menos, no estuviesen cortadas por un cementerio de coches abandonados o algo peor. Ahora que Elena se había hecho más fuerte, Damon pensó que ya estaba lista para enfrentarse a ese cambio.

Después de varios intentos fallidos por hacerse con un coche con gasolina, al fin consiguieron dar con uno. El vehículo era viejo y las ruedas estaban algo gastadas pero, con suerte, podría serles útil por varios días.

-Deja que conduzca yo –se ofreció Elena al ver que el chico iba directo hacia la puerta del conductor-. Tú necesitas descansar.

-De acuerdo, todo tuyo –accedió él, pues se encontraba realmente agotado.

Una vez en marcha, Damon se acomodó en el asiento de copiloto y, sin darse cuenta, se quedó dormido debido a las pastillas que Elena le hizo tomar para lidiar el dolor de su herida aún no curada del todo. El chico no se despertó hasta horas después, cuando notó que el coche se paraba.

-¿Por qué nos detenemos? –preguntó él confuso.

-Se ha acabado la gasolina –le informó Elena.

-Genial... -protestó el chico mientras salía del coche, siendo imitado por la joven.

Damon abrió el maletero, donde por suerte había un bidón de gasolina.

-Está vacío –gruñó él decepcionado-. Tendré que ir a buscar combustible.

-Iré yo, tú aún necesitas reponerte.

-¿Sabes sacar gasolina de un coche? –le preguntó Damon a la chica, quien se encogió de hombros en respuesta-. Pues entonces, iré yo.

-Ten cuidado –le pidió Elena entregándole la pequeña mochila que habían equipado con provisiones mínimas para el que fuese de expedición.

-Entra en el coche, cubre las ventanas con mantas, echa el seguro a las puertas y no hagas ningún ruido. Volveré enseguida.

Con el bidón vacío, Damon caminó un buen tramo sin encontrar coche alguno, hasta que finalmente vio uno aparcado en una cuneta. Al acercarse y verlo con detenimiento, comprendió que no estaba aparcado, sino que se había chocado contra un árbol. Dentro, en el asiento del copiloto, había un zombi que no se podía mover porque llevaba puesto el cinturón de seguridad y tenía las piernas destrozadas.

Rápidamente, Damon le atravesó el cerebro con su cuchillo y se dispuso a registrar el interior del coche, el cual estaba vacío para su desgracia. En el maletero solo había una rueda de repuesto, la cual cogió porque podría serles muy útil, pues una de las ruedas de su coche estaba muy gastada y temía que se reventase tarde o temprano.

-Más vale que haya merecido la pena –gruñó Damon abriendo el depósito del coche, suspirando aliviado después al comprobar que había combustible.

El chico estaba tan concentrado en su tarea que no oyó que algo se acercaba a él hasta que lo tuvo casi encima. Un zombi, el conductor del vehículo, salió de entre los árboles y fue furioso y hambriento hacia él. Damon pegó un brinco del susto al notar la mano semipodrida de este agarrarle del hombro.

El chico se alejó rápidamente de él y sacó el cuchillo que tenía enganchado en su cinturón y tomó postura defensiva, pues, aunque no quisiese reconocerlo, la herida del pecho aún le dolía mucho y su cuerpo seguía sintiéndose flojo. Además, el zombi llevaría poco tiempo "muerto", porque aún conservaba algo de fuerza y no estaba muy descompuesto. Por eso, esta ocasión tuvo que forcejear más de la cuenta con el zombi para poder acabar con él.

Survival (Crossover TWD&TVD - Delena)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora