Elena se levantó por la mañana con la sensación de que su amarga rutina cambiaría para siempre, para bien o para mal.
Al llegar al comedor y reunirse con las demás chicas, estas lucían preocupadas y excitadas al mismo tiempo.
Aquel día el ambiente en el burdel era algo tenso. Al fin, después de dos meses sin camello, ese día llegaría uno nuevo. Nadie sabía cómo sería y las chicas, en especial las drogadictas, estaban muy nerviosas. Los camellos, o Farmacias como ellos los llamaban, no eran muy conocidos por su buen carácter. Ellas habían visto la prueba de ello con su anterior Farmacia, el cual desapareció un buen día, así sin más y nadie se atrevió a preguntar qué había sido de él. Si algo habían aprendido en el burdel, era que lo mejor para sobrevivir era no hacer preguntas. Nunca.
Elena era la más joven de las "chicas de Stefan", la favorita de este. Stefan la reservaba para sus mejores clientes, aquellos que preferían gozar de la inocencia de una chica joven antes que de la experiencia de una mujer algo más madura. Todos pensaban que algún día, Stefan vendería a Elena al mayor y más peligroso narcotraficante de Virginia, lo cual hacía que la chica sintiese pavor con tan solo pensar en caer en las garras de aquel que se hacía llamar Silas.
A pesar a esta "predilección", Elena no se sentía para nada afortunada. Ella, al igual que el resto de las chicas, estaba obligada a acostarse con hombres desconocidos y nada agradables. Era cierto que Stefan solía mantener a raya a los clientes y no les permitía hacerles daño, pero había un grupo selecto de clientes adinerados a los que les ofrecía a chicas que siempre acababan con moratones por todo el cuerpo. Esa era la política de Stefan: nada está prohibido mientras se pague.
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Las chicas trabajaban de noche, a partir de las 7. Antes de eso, tenían tiempo libre para preparar su baile -la que bailase-, acicalarse para la noche o simplemente descansar. Pero aquel día Stefan les ordenó reunirse en el gran salón, aquel que dentro de unas horas estaría repleto de hombres ansiosos por ponerles las manos encima. No era usual que convocase reuniones, pero la llegada de un nuevo miembro a la "familia" era algo especial.
Las chicas se arremolinaron por todo el escenario, buscando el mejor sitio desde el cual poder ver mejor al nuevo. Elena no comprendía a qué venía tanto interés, total, solo se trataba de un narcotraficante de poca monta que les vendería todo tipo de medicamentos que necesitasen.
Nada más entrar Stefan en la sala, todo el mundo se calló. No solo era debido al miedo que les infundaba, sino también a lo expectantes que estaban.
Junto a él caminaba un hombre. Elena era de las que estaban más alejadas de ellos, por lo que no pudo verle la cara y tampoco se molestó en intentarlo.
Cuando el nuevo se quitó las gafas de sol que llevaba puestas y sus hermosos ojos azules quedaron expuestos, todas las chicas suspiraron como colegialas que acababan de ver al hombre más guapo del mundo. Caroline y Rebekah fueron las que más se emocionaron al verle, murmurando incluso comentarios sobre lo sexy que era.
Elena, que aún no había logrado verle por culpa de lo bajita que era en comparación con el resto de chicas, creyó que estaban exagerando.
-Bueno -dijo Stefan con voz intimidante-, si ya habéis terminado de suspirar por el nuevo, os lo presento. Chicas, este es Damon Salvatore, el nuevo miembro de esta nuestra gloriosa familia.
El aludido saludó a las chicas con una sonrisa traviesa y un ligero gesto de mano. Tras eso, Stefan ordenó a todas que se dispersasen porque tenían mucho trabajo por delante.
-Espero que no me decepciones -le advirtió Stefan al nuevo-. El último que ocupaba tu puesto no acabó precisamente bien.
Damon tragó saliva al pensar a qué podría estar refiriéndose, pero fingió tranquilidad.
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Crack a bottle (Fanfic TVD - Delena)
FanfictionFanfic Delena de The Vampire Diaries AU (todos humanos) Sinopsis: La llegada de un nuevo y atípico narcotraficante a un burdel supondrá grandes cambios, especialmente en la vida de una de las chicas que fue forzada a prostituirse a muy temprana edad...