Crack a bottle (Fanfic TVD - Delena)

Capítulo 8

Elena se levantó muy temprano la mañana siguiente para que nadie la viesen salir de la habitación de Damon, pero la chica no contaba con que una de sus compañeras había tenido una idea similar tras haber pasado la noche con Stefan.

-¿Qué haces saliendo de la habitación de La Farmacia? –exigió saber Caroline.

-Eh, yo... -murmuró la joven nerviosa buscando una excusa-. Anoche se me olvidó comprarle la píldora y he venido ahora.

-¿A estas horas? No te creo. Además, ¿y esas pintas que llevas? –añadió la rubia percatándose de que debajo de la cazadora solo llevaba la ropa interior-. ¿Así te paseas ahora por las mañanas?

"Dime la verdad, te has acostado con él, ¿no es así?

-Le debía un pago y mi cuenta está saldada ahora –dijo Elena no admitiendo ni negando nada-. Si ya has terminado con el interrogatorio, me vuelvo a mi habitación para cambiarme.

La rubia, alucinando por la respuesta de esta, se hizo a un lado para dejarle pasar. Caroline estaba muy cabreada porque Damon tenía un trato especial con su compañera que no tenía con el resto de chicas. La Farmacia había dejado claro hace tiempo que los fármacos debían pagarse con dinero, no con favores sexuales; pero al parecer hacía excepciones...

Si había algo que molestase a Caroline por encima de todo era que la tomasen por tonta y no estaba dispuesta a que esto continuase. Por esta razón, la chica corrió a contarle lo sucedido a Stefan, esperando que este tomase las medidas necesarias.

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Mientras tanto, ajena a los planos de su compañera, Elena estaba rebosante de felicidad por la increíble aunque extraña relación que tenía con Damon. La chica fue al gran salón y sonrió ampliamente al verle en la barra del bar hablando con Jenna. Como eran los únicos que estaban por allí y la camarera sabía que había algo entre ellos, Elena no dudó en ir hacia la barra para unirse a estos.

-Hola -saludó la joven, mirando más a Damon que a su amiga.

-Hey -le devolvió el saludo él, lanzándole una sonrisa cautivadora.

Para sorpresa del chico, Elena le acarició el rostro con cariño y se inclinó hacia él para darle un beso, el cual Damon correspondió tímidamente al sentirse observado por Jenna. Al romper el beso, la joven apoyó la frente contra la de Damon y este tiró de su cintura para pegarla más a sí.

-¿Te parece bien que me pase por tu habitación esta noche? -le preguntó ella en un susurro, con los ojos cerrados y disfrutando de la cercanía con el chico.

-¿Y qué pasa si te ve alguien?

-Le diré que he ido a pegarte unas anticonceptivas -dijo Elena, como si no hubiese nada de qué preocuparse-. Te necesito. Necesito sentir la seguridad de estar entre tus brazos.

-Yo también necesito saber que estás a salvo.

Estaban tan sumergidos en su mundo, que a Jenna le dio reparo de intervenir, pero tuvo que hacerlo por el bien de ambos:

-Chicos, viene alguien -le advirtió a la pareja al ver un reflejo en uno de los espejos del fondo de la sala, a lo que estos se separaron rápidamente.

Los recién llegados poco tardaron en hacer su aparición en el gran salón. Se trataban de Matt, un guardia de seguridad novato contratado hace unos días, y Mason. Ambos se acercaron a ellos con caras extremadamente serias.

-Damon -le llamó Mason con delirios de grandeza-, el jefe quiere verte. Ahora.

El aludido dirigió una discreta mirada a Elena antes de volver a mirar a su compañero y asentir a su demanda. Damon estaba nervioso, pero no quería que la chica se preocupase, por lo que, al comenzar a caminar tras los gorilas de Stefan, se giró levemente para dedicarle una sonrisa tranquilizadora a esta.