Era un día bochornoso, desde cualquier sitio se podía observar un paisaje grisáceo y una oscuridad que reinaba por toda la zona de ese lugar. La ciudad estaba envuelta en lamentos y sangre, donde todos los pueblerinos corrían envueltos en fuego y donde los ricos sonrientes les daban gracia los lamentos de la gente podre e inocente. Ahí estaba él corriendo, huyendo, lo andaba persiguiendo algo que ni el mismo conocía.
—Ya ha pasado mucho tiempo. —Fue lo que escucho detrás de su espalda cuando voltio a ver no había nadie.
—Ayúdame. —Fue un grito terrorífico que identifico de un ser querido.
—Han pasado 10 años Marco y sigues siendo un cobarde. Escucho mientras eso lo jaló de la camisa y a la fábrica más grande lo tiro.
—Adonde carajos estoy. —Fue lo Marco exclamo.
—Recuerda sus ojos como lloraba y tú no hiciste nada, el final ha empezado y tú no has logrado nada. —Fue lo que ese hombre le dijo.
En un momento se dio cuenta que estaba amordazado y sentado en una silla. No se dio cuenta que se había hecho ese hombre y cuando lo tuvo enfrente supo quién era.
—Que te hiciste maldito ven aquí. —Gritaba llorando Marco, cuando sintió atrás a ese hombre y cuando intento volver a ver sintió el golpe como de un bate de béisbol. Cayendo al piso sin poder levantarse y tenía la vista borrosa sin embargo si podía oír todo bastante bien.
—Adonde estoy mamá ayúdame. —Marco vuelve a oír esa voz que para él es conocida.
—Por favor detente, no yo, no quiero, basta me lastimas porque lo haces detente. Marco dijo yo te protegeré lo juro.
—Lo juras tú no sabes ni adonde esta no la salvaste antes que pudiste menos ahora. —Le dijo el tipo que lo golpeó.
—Por qué me tocas quita la mano de ahí. —Gritaba la chica con terror.
—Como me largo de aquí no puedo mover. —Dijo Marco muerto del miedo. —Aun no te vayas todavía falta la orquesta de gritos escucha como grita. —Le dijo el hombre.
—Ayúdame, ayúdame detente no me toques. —Gritaba la chica.
—Por qué me muestras eso. —Gritaba Marco.
—Para que vivas consiente de lo que no pudiste hacer, tú nunca la encontrarás aun así si lo logras te vas a cagar del miedo como antes, y como antes no harás nada. —Dijo el hombre mientras se acercaba con algo en la mano que no era un bate.
—Estás equivoco. —Decía Marco mientras se intentaba levantar.
—Ayúdame estoy por acá. —Sufre recuerda como vistes cuán... —Decía ese hombre.
—No, no. —Gritaba Marco.
—Suéltame. —Gritaba la chica.
—Entre más gritas más me excitas, grita más bebecita, eres una perra eres mi perra.
Marco volvió a ver hacia abajo y observo el piso lleno de sangre esa sangre es de él y sintió como el ojo se le salía de su rostro.
—Vasta suéltame. —Volvía a gritar la muchacha.
Marco se medió recupero y se movió hacia el tipo con intenciones no pacíficas, cuando una mano que tenía un guante de cuero, lo detuvo de un golpe sentándolo en el suelo. Ya vistes demasiado, decía mientras le ponía una escopeta en la cabeza.
—Es hora de que descanses. — Le dijo el tipo mientras le disparaba a Marco en medio de la cien. El golpe fue tan brutal que los sesos junto a sus ojos salieron volando.
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Sacramentum
AcciónAcompaña a Marco el detective de la ciudad de Sacramentum y a sus compañeros a resolver el asesinato del alcalde. Adéntrate a esta fascinante historia para poder resolver este misterio. Una novela que te sorprenderá. ¿Qué estas esperando? Ven y léel...