APIADATE DE MI

10

Pasaron un par de horas muy largas, Neteyam se encontraba en su cuarto sentado en su escritorio y con una pierna llena de cortes, eran cortes que iban en hilera, y encima de su escritorio se encontraban el cúter con lo cual había hecho esa atrocidad.
Ahora estaba solo mirando a la nada pensando en nada, se levantó repentinamente, agarró su toalla y ropa, de ropa había sacado un buzo muy ancho y que no rozara, una camiseta blanca plana y su corta vientos Nike.

Entró al baño dio el grifo y se metió luego de sacarse la ropa.
Cuando estaba dentro le ardió todo, su cara sus piernas, todo, vio como la sangre se mezclaba con el agua sin saber si era de su rostro o de sus piernas, supuso que de ambos.

Terminó su ducha se vistió y salió del baño, llegó a su cuarto, sacó una mochila y guardó su laptop su estuche, cuadernos y ropa, cerró la mochila y en la parte de afuera guardó medicinas audífonos y cargadores, se puso su mochila y en los bolsillos de guardó cigarros y un encendedor.

Cuando estaba apunto de salí de cuarto, abrió la puerta y su madre estaba justo ahí apunto de tocar la mencionada puerta.

—Neteyam, hijo, tu rostro—
Dijo su madre acariciando su mejilla, cosa que a Neteyam le hizo sentir repugnancia.

—No me toques!— le dijo empujando su mano
de él.

—Hijo!!—
—NO NO HABLES, NO QUIERO OÍRTE, MÍRAME!!, ESTOY COMO ESTOY POR TU CULPA— Neteyam nunca había actuado de ese modo con nadie y se sentía bien gritar de esa mane lo hizo sentir liberador, sacar esa rabia era lo que necesitaba.

—que culpa tengo yo!, hijo por favor—

—NO ME VENGAS CON TUS MENTIRAS ASQUEROSAS, TU BIEN SABES PORQUE ES TU MALDITA CULPA!—

—NO OCUPES ESE VOCABULARIO JOVENCITO—

—O QUE TAMBIÉN ME VAS A GOLPEAR COMO LO HIZO EL!, ADELANTE AQUÍ ME TIENES— dijo extendiendo su mejilla hacia ella

—por favor dejemos de gritar y conversemos,
si?—

—no quiero hablar contigo ni con nadie de esta familia, vete a la mierda—

La sacó de la entrada y bajó las escaleras, sintió como lo seguían, llegó a la entrada y antes de poder abrir la puerta su madre lo detuvo.

—Neteyam, dónde vas por favor—

—saca la puta mano de la puerta—

—NO, no dejaré que te vayas!—

—Que saques tu puta mano DE LA PUERTA!!, no voy a convivir en unas malditas personas que se hacen llamar familia!—

—pero eso somos hijo, somos tu familia no puede irte así nada más!—

— FAMILIA! A ESTI LE DICEN UNA PUTA FAMILIA!!, una familia no golpea, una familia se quiere y se respeta no hay miedo entre sus padres, no se lastiman y no se gritan, UNA MALDITA FAMILIA TE HACE FELIZ!!, esto es felicidad para ti, un hijo con problemas de ira y problemático, una hija que oculta ser lesbiana, un hijo que tiene depresión, se autolesiona y está medicado hasta los huesos, y una niña que no puede comunicarse como debe por miedo a que le griten, ESO ES SER BUENOS PADRES, ESO ES FAMILIA!, pues tú y tu familia jodida se pueden ir a la misma mirada.—

Pam!! El portazo de la puerta Fue lo último de esa conversación, Neteyam había sacado todo y no se arrepentía de nada, había llegado a su límite y no aguantó más.

Empezó a caminar no entendía porque las lágrimas no salían, tenía el sentimiento agrio de pena pero no podía llorar no sabía porqué.
Mientras caminaba había empezado a llover muy fuerte pero el solo camino no sabía dónde ir no tenía su teléfono Así que no podía llamar a nadie y no podía ir a la casa de ningún amigo por que no se sabía ninguna dirección ni número ya que cada que iba a las casas de sus amigos estaba o muy borracho o lo suficientemente drogado para no recordar nada.

Llegó a su calle, a la calle que siempre estaba el, no tuvo más opciones preguntó la hora a cualquier persona, eran ya las 6:00 faltaban unas
Dos horas para que su turno terminara así que solo se sentó el la vereda un poco alejado de la tienda de música para no estorbar o para no ser visto, y hay se quedó sentado bajo la lluvia mientras fumaba.