Al día siguiente, según el plan trazado por la Tríada y Erik y Eva, se dirigirían hacia Vanissar para hablar con el rey Alsan. Erik quería respuestas, Jack y Victoria reencontrarse con su viejo amigo y Christian se mantenía apartado de los demás, junto a su hija, Eva. Parecía que trazaban un plan diferente. Querían averiguar el porqué Alsan no se había intentado comunicar con ellos en todos esos años. Porqué, teniendo a Erik, y sabiendo quién era no había intentado encontrar a la Tríada.
¿Tenía el rey algo que ver con el secuestro del joven? Nadie quería pensar en que esa fuera la respuesta. Por ello, no hablaron del tema ni una vez. Se dedicaron a conocerse.
Pronto, Jack y Erik se hicieron inseparables. Victoria les miraba con orgullo. Siempre quiso que, cuando se reencontraran, ambos se llevaran bien. Eran tan parecidos...Se detuvieron a comer. Además de la familia, dos soldados les acompañaban. Dos soldados que no habían querido apartarse de su príncipe bajo ningún concepto:
- Bueno...- comenzó Christian.- dinos, Kareth... ¿Es Alsan un buen "padre"?- Erik torció el gesto.
- Lo es, es un gran rey y un buen padre- asintió orgulloso.
- ¿Nunca te ha hablado de nosotros?- preguntó entonces Jack.
- Sí, pero... nunca habló de vosotros como amigos suyos. Me contaba historias sobre vuestras hazañas y demás...- Jack frunció el ceño y se inclinó a decirle algo a Victoria al oído. Ella se encogió de hombros.
- Seguiremos hablando de esto más tarde- dijo la mujer, sonriendo con dulzura-. Ahora será mejor que descanses...- Erik asintió, algo abrumado por la sucesión de tantos acontecimientos y experiencias que jamás había vivido. Se sentía descolocado, le resultaba tan extraño formar parte de una familia ahora... Siempre habían estado su padre y él, solos. Oh, aguarda. Se dijo. El rey Alsan ni siquiera era su padre.
- Yo...- comenzó a decir el príncipe que no era un príncipe-. Si no os importa, me gustaría caminar un rato solo...- captando la mirada de su supuesta madre, se corrigió-. No me alejaré- esta vez, la dama unicornio asintió, con una suave sonrisa bailando en sus labios. Erik asintió a su vez, casi por instinto, y se internó un poco en el bosque.
- Tranquila, criatura- calmó Christian, rodeando con el brazo los hombros de su mujer-. El chico necesita pensar, han sido muchas cosas de golpe...- Victoria suspiró, perdiendo su brillante mirada en la fogata que Jack había encendido.
- Eso es justo lo que me preocupa.
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Memorias de Idhún IV: Hijo del dragón.
FantasiaCuarta parte de la saga Memorias de Idhún, escrita por Laura Gallego García.