"Mi preciosa princesa,
ignorante a su entorno"
Kazutora sabe que él le está ocultando cosas, no es ignorante al exponencial cambio de comportamiento de su compañero de piso. Encontrarse encerrado en cuatro paredes nuevamente no es un sentimiento grato y reconoce las comodidades de su nuevo hogar. Hipotéticamente Baji le está dando facilidades que ni siquiera esforzándose en un trabajo de oficina podría conseguir.
La re inserción a la sociedad significa precariedad, su apariencia no provocaría más que un rechazo contundente en cualquier oferta de trabajo, ocultando constantemente su tatuaje y tapando con mentiras su pasado. Las únicas personas con la que tuvo contacto fueron Naoto por investigaciones rutinarias y los distintos doctores que daban diagnósticos para la viabilidad de traslado de una prisión a un hospital psiquiátrico.
No duda de la perseverancia de Keisuke para conseguir sus metas, pero sabe que un veterinario no tendría horarios nocturnos o conseguiría esos trajes formales costosos. Su conocimiento de moda al sentir la tela no miente, solamente un empresario podría permitir el gasto. La verdad es tan lógica, pero ha preferido mantenerse ignorante en esos meses.
Una ignorancia que roza en la obediencia, porque no se cree merecedor a quejarse por todos los errores de su versión adolescente. Queja que se repite como disco rayado, por lo que ha decidido ser indiferente a sus sospechas sobre el trabajo, porque Draken o Emma gradualmente dejaban de mencionar a Mikey o Keisuke en algunas cartas y parecían querer borrar su existencia del conocimiento del Kazutora.
Tal vez querían protegerlo de la culpa, aplicando el desconocimiento y agradeciendo su preocupación, aunque ahora fuera una constante bruma de preguntas por Baji. Porque mientras su estancia en prisión continuaba en aislamiento, lograba escuchar de algún guardia los susurros sobre una nueva organización criminal, que había surgido de adolescentes jugando a las pandillas. Bonten era el tema de cotilleo en las horas de comida, temiendo a cada segundo que se encontrará un conocido en ese sitio,
Y ahora estaba en un departamento aislado de los suburbios, el último piso donde una caída sería una muerte segura. Las puertas con cerrojo y la entrada con clave que tenía un raro parecido al día de su cumpleaños.
—Solo estoy negando lo obvio, ¿no? — recogió la mesa tratando de ignorar qué horas atrás estuvo sobre ella. Mentiría si dijera que Keisuke no le parece atractivo, de adolescentes llegó a tener envidia de su físico desarrollado y ahora podía ver sobre las camisas aquellos músculos junto con sus facciones marcadas. Un encanto a los ojos de cualquiera y no podía evitar sentirse como un pervertido por observar de más.
—Maldito idiota — escondió el sonrojo apoyando su rostro en su mano. Cerrando los ojos para eliminar esos pensamientos, se está decidiendo a hablar serio con Baji y su único pensamiento es cuando lo tuvo encima por breves instantes. Seguro se está volviendo loco por estar en esta situación tan bizarra, parece más una esposa ansiosa que su marido llegué a la casa.
—¿Tanto te molesta que te deje con las ganas?
Su primera reacción fue saltar de su asiento, tirando el vaso de agua que sujetaba, milagro no terminó cayéndose con todo y silla. Cómo detestaba esa sonrisa burlona y que fuera tan sigiloso ese imbécil cuando se lo proponía. Aunque sus ojos no se despegaba de cada pequeña acción de Keisuke, como el saco bajaba desde sus hombros hasta los brazos y terminando en el perchero. Asegura que el otro se compraba una talla menos de ropa porque no encuentra otra explicación para que se le vea tan ajustada que le provoca escalofríos.
Por desgracia, no es el único que nota como se lo está comiendo con la mirada. Porque esa expresión de hijo de puta le delataba que Baji sabía perfectamente que tan guapo era y usarlo en su contra para crispar sus nervios.
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𝐁𝐞𝐠𝐠𝐢𝐧 | [𝐁𝐚𝐣𝐢𝐓𝐨𝐫𝐚]
RomanceKazutora desea volver a iniciar su vida al cumplir su condena , pero Baji se niega a que se separen de nuevo .