𝐄𝐍𝐙𝐎 𝐕𝐎𝐆𝐑𝐈𝐍𝐂𝐈𝐂 - 𝐔𝐍𝐍𝐎𝐓𝐈𝐂𝐄𝐃 𝐄𝐒𝐒𝐄𝐍𝐂𝐄

𝟏𝟒. ¿𝐕𝐈𝐄𝐍𝐄𝐒?

⪻ 𝐀𝐫𝐢𝐚𝐧𝐧𝐚⪼

Hoy será un día difícil y lo supe cuando tome mi teléfono y no encontré aquel mensaje de buenos días, revisé mi plan de internet creyendo que tal vez caducó anoche pero no fue el caso, la red es estable, más que mi estabilidad emocional.

Estoy frente al espejo que adorna mi habitación, en mi rostro hay marcas de la terrible y larga noche que pasé, el día de hoy las ojeras y los ojos hinchados serán parte de mi outfit, intenté arreglarlo con maquillaje pero fue inútil, desayuné sólo un plato de fruta y un café sin azúcar, no tengo apetito ni ganas de salir pero el deber me llama, antes de cerrar la puerta dejo un beso en la frente de Aranza y me aseguro de que tenga agua y comida. 

Como si mi estado de ánimo no fuera suficiente el cielo está totalmente cubierto por nubes grises, parece el escenario perfecto para una obra de teatro dónde yo soy la protagonista y el guionista es un despiadado que se ha encargado de arrancar las hojas dónde mi felicidad estaba escrita. 

—Buenos días —saludo a Matías y a Nicolás. 

—Buenos días Ari —responde Nicolás sin apartar la mirada de su computador.

—Buen día Ari, ¿todo bien con tu gatita? —pregunta Matías. 

—Todo bien, de hecho la encontré muy feliz —espero no se haya dado cuenta del sarcasmo que usé.

—Me da gusto, te traje esto. 

Me entrega un frappuccino y una pequeña flor de papel, no sé que decir ni como actuar.

—Ari acompaña a Matías con el personal de vestuario —Nicolás me mira por encima de sus anteojos.
—Quieren checar algunos detalles. 

Matías y yo comenzamos a caminar por el pasillo de siempre, mi respiración se detiene al observar a Enzo, está junto a Elisa, leyendo ahora sí el libreto, intento pasar desapercibida y creo que voy a lograrlo. 

—Hola Enzito —Matías lo saluda al pasar junto a él.

—Hola Mati.

Nuestras miradas se conectan por unos escasos segundos y soy yo quien decide terminar con el contacto visual, seguimos avanzando hasta llegar con el equipo de vestuario.

Nos indican cuáles atuendos son de Matías y le piden que se los pruebe por si hay que hacer algún ajuste.

—Mierda —el argentino se queja y me acerco al vestidor.

—¿Pasa algo Matías? —pregunto.

—Sí, ¿puedes ayudarme? —frunzo el entrecejo.

—¿Ayudarte? —

—Sí, por favor.

Respiro profundo y abro la puerta, Matías está sin pantalones y la mitad de su abdomen está expuesta, no entiendo cómo la camisa se atoró en sus delgados brazos así que comienzo a reír.

—¿Por qué te ríes? —

—Es gracioso.

—Lo es pero ayúdame, luego te sigues riendo.

Tomo la camisa cuidando de no tocar su piel y la jalo pero en verdad está atorada.

—¿Matías cómo llegaste a esto? —

—No lo sé, sólo jala Ari —dice agitado.

Pongo un poco más de fuerza y al final logramos sacarla pero por accidente su brazo golpeó mi nariz y ahora la que está en problemas soy yo.

—Ari lo siento, déjame ver —quito mi mano y sus ojos se abren. —Estás sangrando, ven, vamos por un botiquín.

Salimos del cubículo, Matías sale en ropa interior y eso ocasiona que algunas miradas se posen en nosotros, entre ellas la de Enzo, que más que confundido parece molesto.

♣︎

Matías pudo detener la sangre y ahora está limpiando mi mano, Nicolás y yo ponemos atención en sus movimientos.

—¿Por que estás en calzoncillos Recalt? —pregunta Nicolás.

—Tuvimos un pequeño accidente en el vestidor y salí rápido, tenía que ayudar a Ari —Nicolás sonríe.

—Menos mal que fue pequeño, casi le rompes la nariz —Matías me mira y sonreímos. —Esperemos que mañana no amanezca con un moretón, es la fiesta de Enzo.

—¿Fiesta? —pregunto.

—Sí, por su cumpleaños.

Sé que mañana es su cumpleaños pero no esperaba que hiciera una fiesta, al parecer la única que está pasándola mal soy yo.

—Hace rato vino Elisa y dejó esto —Nicolas nos entrega un pequeño papel.

Es un pase para el evento, me sorprende que haya uno para mí pues no es un secreto que Elisa no me traga.

—¿Vienes? —pregunta Matías.

—Claro que viene, no tiene opción, habrá prensa así que tienes que estar ahí, Ari —aprieto los labios y asiento con la cabeza.

♣︎

—Espero te hayan entregado la invitación —escucho esa encantadora voz detrás de mí.

—Lo hicieron.

—¿Vas a ir? —pregunta.

—No tengo otra opción —me encojo de hombros.

—Esperaba otra respuesta.

—¿Ah sí, cuál? —

—Olvídalo Ari.

Da media vuelta y se va, no entiendo que es lo que quiere.

𝐌𝐚𝐫𝐳𝐨 𝟐𝟐, 𝟐𝟎𝟐𝟒

—Fer, no olvides ponerle su mantita.

—Ari ya vete, Aranza estará bien, lo prometo —ruedo los ojos y aún con miedo le entrego a mi bebé.

—Me llamas por cualquier cosa —insisto.

—¿Puedo pedirte también un favor? —pregunta con seriedad, asiento. —Disfruta la noche y si algún hombre guapo se te cruza no lo dejes escapar, menos si es Matías Recalt.

—Que molesta eres.

—Llevalo a la luna por mí.

Salgo y subo rápidamente al auto que Nicolás envió a recogerme.

Luego de unos minutos hemos llegado, el chófer abre mi puerta y me ayuda a descender, respiro hasta llenar mis pulmones y al exhalar dejo salir todo lo malo y me propongo disfrutar de la noche.

—Te ves más linda que nunca —es lo primero que Matías dice al llegar junto a mí.

—Gracias, también luces genial.

Me siento tonta por mis palabras tan torpes pero no puedo decirle otra cosa, no quiero que me malinterprete.

—Quita esa cara, Nicolás dijo que vendrías a trabajar pero será divertido.

—Si, creo que sí.

Respondo con seguridad pero esa confianza se esfuma por lo que acabo de presenciar, la ex novia de Enzo está aquí.

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