𝐄𝐍𝐙𝐎 𝐕𝐎𝐆𝐑𝐈𝐍𝐂𝐈𝐂 - 𝐔𝐍𝐍𝐎𝐓𝐈𝐂𝐄𝐃 𝐄𝐒𝐒𝐄𝐍𝐂𝐄

𝟏𝟏. 𝐋𝐎 𝐒𝐈𝐄𝐍𝐓𝐎

𓆩 𝐄𝐧𝐳𝐨 𓆪

La respuesta que Ari le dio a Matías me sorprendió por completo, en el fondo sé que lo hizo en modo de represalia y lo tengo bien merecido, quién me manda a querer quedar bien con Nancy. 

Ya casi llega la hora de salida, fue un día muy activo y quisiera ir a descansar pero por supuesto no dejaré que Matías y Ari vayan solos a esa cafetería, no sé cómo supo cuál es la bebida con café favorita de Ari pero es notable que Recalt estudió cada detalle del Instagram de Ari. 

Siento una vibración en mi pierna izquierda, es mi teléfono, es un mensaje de un número que no tengo registrado, creí que ya lo había olvidado pero lo reconozco a la perfección, es mi ex novia, Sofía, mi compañera de teatro y en su momento, de vida. 

Me encuentro en un conflicto, uno mayúsculo, los recuerdos y el cariño que aún le guardo me dicen que responda pero lo poco que he vivido con Ari me hacen cuestionarme si es lo correcto, y es que Ari me hizo sentir muchas cosas en poco tiempo y más que parecerme curioso, es extraordinario. 

Espero no arrepentirme de esto.

♣︎

—¿Dónde estabas? —pregunta Matías en cuánto llego al estacionamiento, junto a él está Ary y también Nancy. 

—Con Elisa, estamos checando algunas cosas del libreto, creo que no podré acompañarlos —evito por completo mirar a Ari. 

—Está bien, será luego, vámonos chicas. 

Matías les abre la puerta, Nancy sube al frente y Ari en el asiento trasero, espero que el auto arranque y segundos después también salgo de ahí. 

⪻ 𝐀𝐫𝐢𝐚𝐧𝐧𝐚 ⪼

La cafetería es un lugar agradable, estar con Matías y Nancy no es tan malo como creí pero algo dentro de mí no me permite estar tranquila, la manera en que Enzo me ignoró me deja más que claro que está molesto conmigo y no es para menos, acepté venir a tomar un café con Matías que más que un simple compañero, es su amigo. 

En el poco tiempo que he estado con Enzo he aprendido a conocerlo y sé que el pretexto que nos dio para no venir es de los más baratos, algo no está bien y me siento la persona más nefasta que ha pisado este planeta. 

Desbloqueo mi teléfono, me aseguro de que ni Matías ni Nancy me vean y le escribo un mensaje. 

Lo siento, fue una decisión muy tonta. 

Mis piernas se mueven y es algo que no puedo controlar, han pasado cuarenta minutos desde que Enzo recibió mi mensaje, ni siquiera lo ha visto y estoy a punto de colapsar, tal vez mi decisión si fue muy tonta y en lugar de darle una probada de su propia medicina, voy a perderlo. 

Matías me ha estado observando, no dice nada pero creo que se ha dado cuenta de que no la estoy pasando del todo bien, Nancy se levanta y camina con dirección al baño. 

—¿Qué te pasa Ari? —posa su mano encima de la mía pero rápidamente la quito. 

—Nada estoy bien, es sólo que tengo una gatita y no está acostumbrada a quedarse sola por tanto tiempo, así que si no te molesta, voy a irme. 

—No, no me molesta, aunque fue poco el tiempo y tuvimos compañia, la pase genial —me sonríe.
—Esperemos a Nancy, pago la cuenta y te llevo a casa.

—No, no tienes que hacerlo, estaré bien. 

Logro convencerlo y después de despedirme de ambos salgo de la cafetería, me cuestiono si es buena idea ir al departamento de Enzo, la única y última vez que he estado ahí las cosas no salieron bien y Enzo tuvo problemas con Elisa. 

Detengo un taxi y le doy la dirección de mi casa, ha avanzado unas cuántas calles pero otra decisión con escasa inteligencia llega a mí. 

—¿Puede llevarme aquí? —le muestro un papel dónde tengo anotada la dirección de Enzo. 

—Claro que sí señorita, en menos de cinco minutos estaremos ahí —responde con amabilidad.

Luego de pagar por sus servicios desciendo del auto, respiro profundo y camino hasta la puerta, entro al elevador y presiono el botón con el número siete.

Siento algo en el pecho y deseo saber que es exactamente, parece un mal presentimiento o tal vez son sólo mis nervios, ya que no sé con que cara llegar ni como pedirle una disculpa. 

Camino por un largo pasillo hasta estar frente a su departamento, levanto mi mano y cierro el puño para dar unos golpes en la puerta pero me detengo al escuchar risas que provienen de adentro, siento mi corazon romperse en mil pedazos y un escalofrío recorre cada centímetro de mi piel, no pienso tocar, no para decepcionarme más así que doy media vuelta y regreso por dónde llegué. 

Comienzo a reírme de mi misma, fui tan tonta al creer que una simple barman le robaría el corazon a Enzo Vogrincic, pero fue tan real, de verdad lo era. 

Mamá es una mujer conservadora, recuerdo cuando le conté sobre mi primera relación sexual, se molestó tanto y me dejó de hablar por dos semanas, luego cuando su coraje disminuyó hablo conmigo, me dijo que tener sexo por tenerlo no está bien, no hice caso a sus consejos cuando tenía dieciocho, ni tampoco a los veintitrés, me acosté con Enzo a unos cuántos días de habernos conocido y no me arrepiento porque ese no es el problema.

El problema es que me enamoré y me ilusioné con algo que así como llegó, se ha ido, me enamoré de algo efímero.

¿Pero como no enamorarte de alguien que te hace sentir especial? ¿De alguien que te repite a cada momento lo importante que eres en su vida? ¿De alguien que con sus palabras logró cruzar ese caparazón, ese que nadie había podido cruzar?

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