Epílogo

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—Pero les hará daño —protestó.

Daehwi se mordió el interior de la mejilla para evitar reírse. Especialmente cuando Jaehwan tenía en su rostro la expresión de 'venga ya'. Aunque Jaehwan amaba a Hyojin hasta la muerte y la consentía hasta la médula, había momentos en los que tenía problemas para relacionarse con ella como una niña. Parecía que este sería uno de esos días.

Habían pasado seis meses desde que su padre había sido desterrado, y todo el mundo parecía haberlo olvidado. Claro, todavía quedaban las observaciones ocasionales que le lanzaban a Daehwi, pero eran cada vez menos y más lejanas.

Jaehwan, Hyojin y él estaban en el parque. Jaehwan estaba enseñando a Hyojin a pescar, o más bien estaba intentándolo. Hyojin parecía tener un lado sentimental cuando se trataba de poner gusanos vivos en los ganchos.

—El gusano no lo siente —le dijo Jaehwan.

Ella se puso una mano sobre su cadera y le lanzó una mirada dura, la que les hacía saber que tenían problemas. Daehwi se cubrió la boca con la mano para ocultar el hecho de que estaba sonriendo.

En los últimos meses, desde que su padre se había ido, Hyojin había florecido. Ahora era una vivaz y hermosa chica que decía lo que pensaba y estaba llena de vida. Sus notas eran también de primera categoría y había comenzado a participar en las actividades escolares. Incluso había tenido una fiesta de pijamas hacía unas noches.

—¿Cómo sabes que el gusano no lo siente? ¿Se lo has preguntado? —demandó Hyojin—. ¿No puedo darle de comer a los patos en lugar de esto?

Jaehwan bajó la cabeza en señal de derrota. —Bien, vete a alimentar a los patos.

Hyojin echó a correr, la bolsa de pan en la mano. Pronto tuvo un círculo de patos a su alrededor mientras ella se reía y les arrojaba migajas. Jaehwan se acercó por detrás y puso sus brazos alrededor de Daehwi, y juntos la miraron.

—¿No es increíble? —dijo Jaehwan.

—Sí, lo es. Tú, también. ¿Te he dicho cuánto te amo?

Daehwi también lo amaba. Nunca había pensado que podía ser tan feliz, amaba su vida. Él era la prueba de que los sueños se hacían realidad, porque cada mañana, cuando abría los ojos y veía a Jaehwan en la cama junto a él, vivía su fantasía.


FIN

Adaptación de la Serie de los Cambiaformas Perdidos de Stephani Hecht

Créditos de traducción y edición: Grupo Valkyries

Serie de los CP 28 - Los Juicios de DaehwiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora