Me sobresalté y me di la vuelta rápidamente para ver al azabache de pie, sus profundos ojos azules cautivaban y estaba con un enorme arma...
Eso, eso parecía una lanza y media casi el doble que yo.
—Ni te acerques! No me toques con eso -palpé la mesa que tenía al lado y agarré lo que tenía más cerca, y le lancé un jarrón.
—Tu no te atrevas a hablarme, dime dónde mierda estoy, sería muy triste que acabara contigo -dijo el hombre sostenido firmemente la lanza y sobándose la cabeza.
—Si no te relajas no te cuento nada! -al ver qué levantó su lanza, me aparté, salí del cuarto y lo cerré, el solo me miró en silencio hasta que cerré la habitación desde fuera-
— Así van a ser las cosas, ¿No?, Que deprimente... -desde fuera se escuchó su arma caer y un sonido fuerte de la cama, como si se hubiera dejado caer.
Decidí dejarlo ahí dentro, no podía pasar nada si lo dejaba, ¿Verdad?, Para no pensar mucho en que tenía una cosa rara en mi cuarto caminé hasta el gran jardín.
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Había todo tipo de flores, orquídeas, rosas, lirios y más...
Agarré varias plantas que me agradaban, cogí azules, rojas, amarillas, verdes, naranjas....
Eran todas tan bonitas, a pesar de seguir con las plantas al aún rondaba en mi cabeza lo del demonio en mi habitación.
De repente algo me hizo clic en la cabeza, ¿Como iba a dormir con él ahí?
No había pensado en esa parte, vaya, tendría que buscar alguna manera de sacarlo sin que me matara.
¿Pero que podía hacer? Era rápido, grande y encima armado, tenía todas las de perder.
Aunque ahora que lo pensaba, cuando lo dejé encerrado no se resistió mucho, solo se quedó en silencio.
Seguramente estaba cansado o algo así, no creo que él quisiera tener piedad conmigo, al fin y al cabo es un demonio.
Agarré valor, cogí aire y con pasos seguros volví a mi habitación, por si las dudas agarré un rodillo de la cocina, quién sabe.
Al llegar frente a mi puerta no se escuchaba ni un mínimo sonido, lo que era extraño.
Pegué mi oreja a la puerta y seguía sin escuchar nada, así que, lentamente abrí la puerta para ver al chico sentado en mi cama, limpiando su lanza con un trapo.
Le miré extrañada, cuando me dirigió la mirada escondí el rodillo detrás de mi espalda.
—Hey, tú, Quieres hablar... Si no me matas en el intento, así que baja el arma -le informé aún sosteniendo fuertemente el rodillo.
— No aporta mucha confianza que lo hagas con un rodillo en la mano, baja tú el arma primero -dijo el demonio con una voz sospechosamente deprimida.
—Si lo hago tú también la bajas, voy a confiar -dije Scarlett y bajé el rodillo al suelo, sin quitarle la mirada.
—Está bien... -por sorpresa si bajó el arma y la apoyó en el suelo- Quiero que me cuentes por qué me has curado
—Bueno, que quieres que te diga, tengo un mínimo nivel de empatía... Y por cierto, pesas mucho, me ha costado traerte -aclaré aún tensa-
—Oye, no estés tan nerviosa... No te voy a comer ni nada -aportó el chico-
—Ahora yo necesito que me cuentes quién eres y que hacías en el bosque, y aún peor siendo un demonio... -Dije ahora no tan tensa.
—Larga historia, pero resumiendo, caí en un portal, perdí de vista a mis compañeros y caí inconsciente -el demonio no estaba aportando mucha información.
—Bueno, espero que me expliques mejor en algún momento, pero quiero saber por qué no me has matado -esta vez dije intrigada-
— Al fin y al cabo estoy en deuda contigo, soy un demonio de palabra -explicó este-
—Bueno, lo dejaría pasar, pero estás en mi cama y yo necesito dormir ¿Donde vas a dormir? -pregunté con una ceja levantada-
—Yo no duermo, y tampoco necesito descansar, ya me he curado al completo -dijo este señalando los lugares donde anteriormente tenía heridas-
—Eso es... Sorprendente, bueno, ento- Ah! -la chica fue golpeada en la nuca con un movimiento rápido del demonio que la noqueó, antes de quedar inconsciente escuchó al demonio decir 'por cierto, me llamó Aizetsu-
—No lo tomes a mal -dijo y la acostó en su cama para salir por la ventana, haciendo el más mínimo ruido que pudo-
Justo una sirvienta entró, viendo a la chica 'dormida' y la ventana abierta.
Caminó hasta la ventana y la cerró, ya que el frió podría afectar a la chica.
Cerró la puerta detrás suyo y dejó la habitación sola.
Debia dejar descansar a la señorita, tenía que haber sido un día duro.
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Bastante Duro . .
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Este cap lo subo con un día de retardo, pero no pasa nada, lo intentaré compensar.
