Amores que matan (Ships Doors)

Entidades de Rooms

Pasos se escuchaban. Voces retumbaban. Sobrevivientes caminaban agotados pasando por más y más puertas, pero este lugar era diferente, no era el hotel donde estaban las entidades comunes, no, este lugar tenía un aura distinta. Cualquier moderno diría que tiene vibras de que parece un backroom o similar, no era así.

Sí que habían entidades, claro que las había, y no eran muy distintas a las originales. Habían logrado entrar hasta 8 personas, pero teniendo en cuenta que no había persecuciones, carreras, jefes finales, etc. Los jugadores pensaron que ese sitio sería más fácil de vencer, se equivocaban.

Habían pasado más de 200 puertas y habían perdido a más de la mitad del grupo, algunos eran buenos y ágiles, otros eran inteligentes y los que fallecieron, al parecer, no tenían esas habilidades. Pero los 3 supervivientes que quedaban si que las tenían gracias al cielo.

Jeremy, Lola y Carl tuvieron la fortuna de poder seguir avanzando, tuvieron la oportunidad de poder regresar al camino varias veces, 5 para ser exactos, pero ellos decidieron continuar, teniendo en cuenta que perdieron a bastantes de su equipo de supervivencia. ¿Qué les dirían a sus padres cuando finalmente vuelvan?... Bueno, si es que vuelven.

-Venir aquí, a ese raro hotel abandonado, fue una pésima idea...- dijo el pelirrojo al pelinegro

-Si bueno, ¿Y qué querías hacer? ¿Ir a recoger dulces de casa en casa como niños de 5 años en Halloween? Tenemos 17 años, tenemos que actualizarnos y hacer cosas geniales Carl- le contestó el pelinegro al pelirrojo

-¿Sí? Pues morir no está dentro de mis planes- dijo la joven chica enojada y agotada

-Mirad, ya se que estais cansados pero... Quizás después de esto seamos...

-¿Reconocidos? La gente está olvidando este lugar, quizás haya alguna que otra persona que se meta aquí de idiota solo para lograr descubrir que hay después del hotel y las minas, pero si la mitad del grupo no logró sobrevivir a menos de 100 puertas, ¿Qué aclara que nosotros lo logremos?

-¿La fe en cristo rey?

-Con Dios no te metas imbécil.

-Ok lo siento, lo siento, estoy nervioso...

-Con toda razón, eres el que nos metió a todos en esta mierda y aún así no fuiste el primero en morir

-Lo siento, ya sé que tengo la culpa, pero por esto no voy a ir a prisión.

Las voces de los que discutían se escuchaban, parecía que iba a haber una pelea. La chica era la que mantenía las distancias entre esos chicos para que no terminara en tragedia. Pero Carl entonces soltó un comentario que hizo retroceder a Jeremy.

-Sí, creo que Mark tenía razón en excluirte del grupo

Ese último comentario causó un gran silencio entre los presentes, Jeremy abrió los ojos de la impresión, estaba destrozado. No quiso imaginarse una vida entera de soledad sin las únicas personas que le quedaban.

Unos pasos se acercaron a gran velocidad. Una entidad roja que brillaba y dejaba oscuridad a su paso vestido con ropa de recepcionista de un color rojizo vino, un atuendo bastante elegante. Pero él, esa entidad era bastante distinta. Ya había pasado varias veces anteriormente, habiendo matado a los amigos de los actuales pocos supervivientes.

Esa entidad se caracterizaba por su gran tamaño, cualquiera que lo viera juraría que mediría casi 2,10 m. Además de sus grandes ojos blancos y su gran boca con dientes afilados, y su cabeza. Parecían las llamas del mismísimo infierno y esas llamas de color ruby brillante.

La chica fue la primera en darse cuenta de la presencia de este desde la lejanía y trató de alertar a sus compañeros, agarró del brazo a Carl haciendo que este lograse reaccionar, había suficientes armarios para los 3, sobraban de hecho, pero Jeremy no se movía.