II. ¿NO ME AMA?

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Jamás me va a buscar, ¿verdad? No lo va a hacer porque no me ama. No siento que me ame. Me susurró "te amo", me abrazó, "te amo", me acarició el cabello, "te amo", pero en serio, ¿me ama? ¿Por qué no me perdona? ¿Por qué tuve que entender y seguir entendiendo? La embarre, pero si no me perdona, ¿me ama? Di más de lo que podía dar, nada es suficiente, tal vez lo hubiera sido al principio. Tal vez desperté tarde, justo cuando te estabas durmiendo. ¿Me ama o no me ama? Maldita pregunta.

Quería conocer el mundo, lugares contigo, compartir mi felicidad contigo, y lo único que me dices es "perdóname, no pude perdonarte". ¿No soy suficiente? Pero, ¿por qué no lo soy? ¿Mi ser no es suficiente? ¿Mi amor no te bastó? Entiendo, no, no entiendo. Jamás entendí por qué no seguimos luchando por nuestras sonrisas. ¿Por qué no vienes a media noche con flores? ¿Por qué no me escribes diciendo que lo nuestro jamás se va a terminar? ¿Por qué no me dices que no me puedes dejar? ¿Por qué a ti no te dolió verme partir? ¿Por qué no te dolió el último beso que te di? ¿Por qué tan esquivo te notabas, por qué tan frío, por qué tan... tan muerto? Por eso recalco, no me ama. Pero yo, yo a ti te adoro, precioso.

A pesar de todo, la incertidumbre se cierne sobre nosotros como una sombra persistente. ¿Acaso es que mi amor no logra romper las barreras que nos separan? Quería construir un mundo juntos, explorar lugares contigo y compartir mi dicha, pero las disculpas resonaron más fuerte que las promesas eternas. ¿No soy suficiente para merecer tu perdón? ¿Es mi amor insuficiente o es que nunca fue comprendido en su totalidad? Las preguntas se acumulan, sin respuestas claras, como una niebla que envuelve nuestras emociones.

En esta danza de confusiones, anhelaba gestos que sellaran la eternidad de nuestro lazo. ¿Dónde quedaron las noches iluminadas por tu presencia, las cartas que narraban nuestro amor imparable? ¿Por qué no luchamos más allá de las lágrimas y las heridas? En medio de esta tormenta, me pregunto si alguna vez sentirás la necesidad de buscarme a medianoche con un ramo de flores, expresando que lo nuestro es inquebrantable. ¿Por qué, en lugar de alejarme, no afirmas que soy indispensable en tu vida?

Mi corazón se aferra a la idea de que mi amor podría haber sido suficiente si solo hubiéramos entendido cómo cultivarlo. Sin embargo, la frialdad que percibí en tus acciones me hace cuestionar si alguna vez fuiste consciente del impacto de mi partida. ¿Por qué no dolieron tus labios al pronunciar el último adiós? ¿Por qué tan distante, tan elusivo, tan... tan ajeno? A pesar de estas dudas, sigo adorándote, aunque la sombra de la incertidumbre amenace con oscurecer ese sentimiento.

Between Ink and FeelingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora