𝐏𝐫𝐨𝐲𝐞𝐜𝐭𝐨 𝐅𝐚𝐯𝐨𝐫𝐢𝐭𝐨 (𝐒𝐞𝐯𝐦𝐢𝐨𝐧𝐞)

16. Comienza el verano◉

Después de excusarse del profesor Snape, Hermione salió de la casa de los Black y se dirigió al descuidado jardín que había detrás de Grimmauld Place. No le sorprendió encontrar a Ron también en el jardín, encaramado al borde de un banco de mármol volcado, observando cómo Harry se paseaba furioso por un sendero de grava lleno de maleza, como un animal enjaulado, con el rostro retorcido en un gruñido de odio.

Harry apretaba la varita con fuerza y cada dos pasos salían chispas de color magenta del extremo. Chisporroteaban débilmente al chocar contra el suelo.

Tomó asiento en el banco junto a Ron y le dio un suave codazo en el hombro. Con la misma delicadeza, él le devolvió el codazo. Y con esos dos simples toques, todo estaba bien entre ellos. Apoyada en la sólida fuerza de su hombro, contempló al todavía enfadado Harry.

¿Pregunto y hago que Harry se enfade de nuevo? ¿O me siento en silencio y espero a que pase?

Al ver que Harry daba unas cuantas vueltas más a lo largo del camino, levantó mentalmente las manos. Bueno, pues ya está. Pregunto.

Sin perder de vista a Harry, Hermione habló en voz baja con Ron, preguntándole si la profesora McGonagall había salido a hablar con Harry.

Ron se encogió de hombros. "McGonagall salió y... -Ron vaciló un momento, pensando claramente en la mejor forma de expresar el encuentro entre su mejor amigo y su jefa de casa-, bueno, no gritó exactamente. Mamá grita, así que sé lo que es eso. Hizo más bien una especie de 'estoy decepcionada con usted, señor Potter'".

Hermione miró a Harry, que seguía caminando furiosamente. "¿Supongo que no le ha sentado bien?".

Ron resopló. "Como una Bludger en la cabeza".

Ambos se quedaron en silencio, antes de que Ron volviera a hablar, con voz suave y algo insegura. "Dijiste que los Prefectos ya nunca son de la misma Casa, ¿verdad?".

"Así es."

Ron dudó aún más y agachó la cabeza antes de continuar. "¿Acaso no conseguiste ser Prefecta porque yo si lo conseguí?".

Hermione giró sobre su percha para encarar al sonrojado Ron. "¡Claro que no! No te atrevas a pensar eso. No conseguí el lugar porque no fuera la adecuada para el puesto. Fue más bien..."

Harry, que sí había estado escuchando, irrumpió en la conversación antes de que ella pasara de las siguientes palabras. "¿Cómo puede ese bastardo salirse con la suya? ¿Cómo puede consentirlo McGonagall?". gritó Harry, blandiendo la varita como una espada, con chispas magenta arremolinándose en el aire como luciérnagas furiosas.

"Harry..."

Hermione fue interrumpida de nuevo cuando Harry giró sobre sus talones para mirar hacia el banco donde Ron y Hermione estaban sentados. "No, Hermione. Siempre te pones de su parte. ¿Cómo puedes dejar que hagan esto? No es justo!"

"En realidad, Harry, es más que justo".

Sus palabras dejaron a Harry en silencio. Se quedó mirándola confundido antes de encontrar de nuevo la voz. "¿Cómo es esto justo?", exigió. "El lugar ha sido tuyo desde tu primer examen, y ese bastardo te la ha quitado".

"¿Quieres escucharte? El profesor Snape no tiene tanto poder. Todos los Jefes de Casa votan y el profesor Snape es un voto. Uno, Harry".

"Él..."

"¿Él qué?" cuestionó ella, su propia frustración con la situación y Harry sangrando en su voz, coloreando sus palabras un poco más agudas de lo que había pretendido. "Déjame adivinar, lanzó Imperio sobre todos e hizo que los demás votaran en mi contra". No se molestó en ocultar que ponía los ojos en blanco ni que resoplaba de burla. "No seas ridículo, Harry".