One million memories ¦ Vkook

Extra.

(esta es una continuación del final, una ampliación, un capítulo para todos aquellos que querían un final más "divertido", disfrutenlo.)

Y con contacto, me refiero a todo lo que había estado guardando, estaba tan nececitado que no perdí ni un minuto, me acomode para luego meter mi mano debajo de su playera intentando jalar esta hacia arriba, el noto mi desesperación y con una pequeña sonrisa me ayudó a quitarla.

-Tranquilo, tenemos mucho tiempo.-me dijo con una pequeña sonrisa divertida.

Se la devolví y comencé a besarlo de una manera rápida y brusca mojando sus labios con mi lengua, pase mi mano por su cadera hasta bajar a su entre pierna, desabroche el pequeño botón que sostenía su pantalón y como pude comencé a bajarlo hasta quitárselo por completo, entonces volví a subir mi mano acariciando sus muslos; me estremecí rápidamente cuando sentí su mano en mí entre pierna, sin embargo no me quejé, las palabras no tenían espacio en este perfecto momento, sus piernas se enredaban en las mías aplicando fuerza que me hacía soltar leves quejidos, acaricio mi pecho con sus suaves y delicadas manos, tentándome más; me separe un poco de el y con una sonrisa baje hasta su cuello, rozando mis labios contra él y dejando marcas que después serían más notorias, sentí su leve risa provocando una mía, disfrutaba sus manos que hacían movimientos delicados circularmente en mi "amigo".

-un poco más lento lindo.-dije con poco aliento, aún que era bastante bueno no iba a poder soportar mucho más.

-no me interrumpas.-dijo sin detener sus manos.

Le sonreí divertido para después apretar sus muslos pasando mis labios por su pecho con cuidado, araño mis piernas lentamente acompañado con sus lindos quejidos, sonreí satisfecho de mi trabajo sin detener mis labios, o eso pensé hasta que sentí su entre pierna masajeándomelo, se sentía tan bien.

-Eres muy bueno.-dijo mirando esa mirada tan inocente que me encantaba con una sonrisa.

Limpie el sudor que mojaba su cabello y ahora resbalaba por sus labios, los limpie con mi lengua mordiendo un poco estos, tan perfectos con su suave textura y su clara tonalidad me fascinaba todo de el, baje mi mano hasta su entre pierna dandole pequeños cariños a su lindo amiguito, solo sus delicados quejidos que me hacían sonreír.

Y bueno, el resto de la noche fue mucho mejor, tener su piel con la mía era lo mejor.